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CCOO y UGT alertaron hoy de que la reforma laboral aprobada por el Gobierno no actúa debidamente sobre la dualidad del mercado de trabajo y hace que el empleo fijo sea igual de vulnerable que el temporal.

Así lo expresaron los secretarios de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer, en una rueda de prensa conjunta en la que presentaron un documento que han enviado a los grupos parlamentarios sobre su evaluación del decreto ley con la reforma laboral que hoy estudia el Congreso.

Para los sindicatos, será el contrato indefinido ordinario «el claro damnificado» ya que, a pesar de que el Gobierno ha asegurado que no perjudicaría a esta modalidad de contratación, «queda definitivamente arrinconada y sin futuro».

Górriz afirmó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «ha optado por ser el comisario político de los mercados en España», mientras que Ferrer se mostró preocupado por la rapidez con la que se pide que se tramite el decreto.

Con la tramitación «ultra rápida», dijo, es posible que se pretenda ocultar el debate parlamentario y «aflorar modificaciones regresivas» a los derechos a los trabajadores en el proceso de enmiendas. «Nos gustaría que se nos demuestre lo contrario».

Al respecto, subrayó que los sindicatos respetan a los grupos parlamentarios, aunque dijo que ha habido «situaciones extrañas» entre el proceso de negociación y el texto del decreto y que «temen» que las haya también entre la convalidación de hoy y el proyecto de ley que se apruebe definitivamente.

En opinión de Górriz, el documento «no tiene casi nada que ver» con el que presentó el Gobierno a los sindicatos el día 11, al tiempo que se mostró extrañado de que Zapatero se haya reunido con personas ajenas a los interlocutores sociales entre los días 11 y 16.

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Para Górriz, el decreto de reforma no mejora la productividad, no estimula la contratación indefinida, va a facilitar el despido al ampliar sus causas, reduce los derechos de los trabajadores, se refuerza el poder empresarial, le quita fuerza al convenio colectivo y «roza la inconstitucionalidad en algunos temas».

A su juicio «no es entendible» un cambio de discurso del Gobierno en tan poco tiempo que antes consideraba como cuestión central el cambio del modelo productivo y «de la noche a la mañana» ha pasado a abaratar el despido como guía para recomponer la tasa de beneficios.

Por ello se preguntó la razón del cambio y sobre «quién dirige al Gobierno».

Górriz criticó que quien dicte las leyes sean comisiones de expertos o personas no elegidas democráticamente por la sociedad y añadió que los sindicatos actúan democráticamente, por lo que no se enfrentarán al Parlamento, pero sí ratificarán sus políticas en la huelga general del 29 de septiembre.

Por su parte, Ferrer señaló que la reforma está en línea con los otros recortes sociales ya aprobados por el Gobierno y advirtió de que viene acompañada de otras medidas «que se están gestando», como la reforma de las pensiones, el recorte de la prestación por desempleo o las dirigidas a debilitar el derecho a la negociación colectiva.

Asimismo, criticó al Gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, quien hoy manifestó que echa en falta la reforma de la negociación colectiva, «que en su lenguaje quiere decir que haya menos protección para los trabajadores».

La reforma, prosiguió Ferrer, aleja a España del cambio de modelo productivo que preconizaba el Gobierno hasta ahora y no nace para crear empleo, sino que su orientación es facilitar y abaratar el despido.