El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega (c), y la ministra de Economía, Elena Salgado, durante el pleno celebrado hoy. | Efe

TW
4

Nada menos que 33 segundos han permanecido los diputados socialistas, puestos en pie, aplaudiendo con fuerza al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras el vivo «cara a cara» que ha mantenido hoy en la sesión de control del Congreso con el líder del PP, Mariano Rajoy.

Muy lejos del aplauso incompleto y casi de cortesía que Zapatero recibió de los socialistas el pasado 12 de mayo después de anunciar su duro plan de ajuste, el líder del PSOE se ha ganado hoy la entusiasta ovación de los suyos después de echar en cara a Rajoy que nunca se moje con propuestas ni asuma responsabilidades.

Rajoy le había planteado su consabida crítica sobre el hábito del presidente a decir una cosa y su contraria, y como ejemplos había puesto las pensiones, la reforma laboral, el sueldo de los funcionarios o los impuestos.

«*Usted se cree que se puede gobernar así y que genera un mínimo de confianza una persona que actúa así?», ha preguntado.

Para responderle, el jefe del Gobierno ha recurrido a su también frecuente argumento de que Rajoy «ni afirma ni se contradice» porque jamás hace propuestas en los asuntos capitales, léase reforma laboral o reducción del déficit.

Aquí ha habido protestas en los escaños del PP y palmas desde el grupo socialista.

«Su discurso se reduce a criticarme a mí y en el resto a pasar por alto... de todo, a no mojarse en nada y a vaguedades», ha proclamado mientras aumentaba el alboroto en los escaños.

Nuevo turno para Rajoy, en el cual el líder del PP le ha reprochado que recurriera al «topicazo», si bien ha aceptado su reto y ha pasado a relatarle, unas tras otra, hasta cinco propuestas.

Le ha pedido que no congele las pensiones, que no suba el IVA, que incluya en la reforma laboral la negociación colectiva y la formación, que no baje el sueldo de los funcionarios ni suba los impuestos.

Y para cerrar le ha advertido de manera contundente: «Usted gobierna mal y por eso estamos intervenidos».

Los socialistas han protestado, pero Rajoy ha continuado sin detenerse hasta dejar claro que el mal gobierno de Zapatero tiene la culpa de los males de España: «Con usted -ha afirmado- no vamos a ningún camino».

José Luis Rodríguez Zapatero ha encontrado una buena estrategia de contraataque en esas propuestas de Rajoy, porque todas comenzaban con un «no» y se ha lanzado sin piedad contra su contrincante.

«No ha hecho más que confirmar lo que he afirmado; usted ha dicho 'no haga esto', 'no haga esto', siempre oponiéndose a cualquier cosa», le ha respondido entre aplausos del grupo socialista, muchos de cuyos miembros apuntaban con el dedo como diciendo «ahí, ahí».

Entonces el presidente le ha recriminado que no plantee alternativas a nada. «Porque hay que mojarse, señor Rajoy, hay que mojarse», ha enfatizado, animado por su grupo parlamentario.

Y para concluir: «Usted no se quiere mojar porque usted cree que así irá sobrevolando, navegando por encima de la ola, y ya le digo desde aquí que no, porque la gente le conoce, le tiene calado».

Tanto ha gustado a los del PSOE la intervención de su líder que no han dudado en ponerse en pie para ovacionarle, con unas ganas que no se veían en el hemiciclo desde hace tiempo.

Claro que, si es por computar segundos de aplausos, los socialistas han ganado por poco a los «populares», ya que a Mariano Rajoy los diputados del PP le habían obsequiado no ya con 33, sino con 31 segundos de fuertes palmas. Eso sí, sentados en sus puestos.