Fotografía de archivo de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas. | Efe
El Tribunal Constitucional dio ayer su aval a la mayor parte del Estatut, al anular menos del diez por ciento de los preceptos impugnados por el PP, pero 'recortó' el texto en sus aspectos más simbólicos, como los referidos a la lengua o a la definición de Catalunya como nación.
«Carecen de eficacia jurídica interpretativa las referencias del preámbulo del Estatuto de Cataluña a 'Cataluña como nación' y a 'la realidad nacional de Cataluña'», señala el fallo de la sentencia en lo que se refiere al preámbulo, un apartado en el que se han impuesto las tesis conservadoras gracias al respaldo del progresista Manuel Aragón.
El Constitucional evita así declarar inconstitucional la definición de Catalunya como nación, pero deja claro que el uso de esos términos no tiene consecuencias jurídicas, afirmación que se ve reforzada con una mención expresa a la «indisoluble unidad de la nación española».
Cuatro bloques
Y es que el sistema elegido para sacar adelante la resolución -cuatro votaciones sobre otros tantos bloques- ha dado como resultado la formación de mayorías distintas en cada uno de ellos y el triunfo de los conservadores en el capítulo del preámbulo y del de los progresistas en los otros tres.
Así, la ponencia redactada por la presidenta María Emilia Casas -la séptima que se sometía a la consideración del pleno desde hace dos años y medio- ha salido adelante en lo relativo a los artículos que se consideran constitucionales, a los que se anulan y a aquéllos cuya validez se condiciona a la interpretación que les dé la sentencia.
Ésta declara inconstitucionales, en todo o en parte, catorce artículos y frena las pretensiones de la Generalitat de declarar 'preferente' la lengua catalana, tener un Poder Judicial propio y ampliar sus competencias fiscales.
Es el caso del artículo 6.1, que afirma que el catalán es la lengua de uso «preferente» de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Catalunya «y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza». El tribunal salva la condición «vehicular» de la lengua catalana, pero no su carácter «preferente», y ordena eliminar este adjetivo del Estatut.
El desarrollo de la Administración de Justicia autonómica y el Poder Judicial autónomo en Catalunya tampoco han pasado el examen del Constitucional.
En el capítulo económico, se declara nula la capacidad de Catalunya de dictar leyes «para establecer y regular los tributos propios de los gobiernos locales» o que condicione su aportación a las finanzas del Estado a que el resto de las comunidades autónomas «lleven a cabo un esfuerzo fiscal también similar».
La sentencia también recorta las competencias legislativas, reglamentarias y ejecutivas que el Estatut atribuye a la Generalitat de forma compartida con el Estado.
También entre los 27 preceptos cuya constitucionalidad se condiciona a la interpretación que se les dé en la sentencia figuran aspectos fuertemente simbólicos, como los referidos al himno y la bandera, al deber de conocer y usar el catalán en distintos ámbitos y la organización territorial por «veguerías» en sustitución de las provincias.
2 comentarios
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En una sola frase se resume el fiasco de esta resolución del Tribunal Constitucional, para algunos catalanes que se creen primus inter pares y que son del montón, gente corriente y moliente, no ciudadanos preferentes o principales: LA CLASE POLÍTICA CATALANA (LISTILLOS)HA PRETENDIDO ARTERAMENTE INTRODUCIENDO DE FORMA SUBREPTICIA ARTICULADO PARA CONSEGUIR UNA NUEVA FORMA DE ESTADO. (ESTE ERA EL QUID DE LA CUESTIÓN, LO DEMÀS PAJA, PORQUE SEGUIRÀN POR LIBRE). Para conseguir lo que pretendían, no importa ser abogado o jurista, han escogido la vía equivocada, ya que la correcta era cambiar la Constitución Española, en su artículo 2, pero se hubieran encontrado con el rechazo total de toda la sociedad española solidaria. Dice el artículo 2: LA CONSTITUCIÓN SE FUNDAMENTA EN LA INDISOLUBLE UNIDAD DE LA NACIÓN ESPAÑOLA, PATRIA COMÚN E INDIVISIBLE DE TODOS LOS ESPAÑOLES, Y RECONOCE Y GARANTIZA EL DERECHO A LA AUTONOMÍA DE TODAS LAS NACIONALIDADES Y REGIONES QUE LA INTEGRAN Y LA SOLIDARIDAD ENTRE TODAS ELLAS. Los catalanes no han sido nunca solidarios, su único dios es el euro, y no me extraña que el Papa haya nombrado al cardenal arzobispo de Barelona monseñor Martínez Sistach, responsable de la economía y las finanzas vaticanas. No todos los catalanes son iguales, incluso los hay que entienden el catalán, lo respetan, y hablan en castellano. Por eso en Barcelona capital, cosmopolita e universal, se hablan prácticamente todos los idiomas del mundo en los ámbitos mercantiles, gastronómicos, comerciales, industriales y culturales. A cada uno lo suyo.
Que se puede decir aquí sin que unos y otros no se te tiren a la yugular y te tilden de franquista o nacionalista?