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El Pleno del Congreso de los Diputados ha levantado el veto impuesto por el Senado al proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2011 con la mayoría absoluta que suman los 177 votos de PSOE, PNV y CC, con lo que las cuentas públicas concluyen su tramitación parlamentaria para entrar en vigor el 1 de enero del próximo año.

El debate ha venido marcado por la polémica congelación de las pensiones contributivas en 2011, con la que el Ejecutivo pretende ahorrar 1.500 millones de euros.

Y es que el Gobierno impidió la votación de la mayoría de las enmiendas que la oposición habían presentado para derogarla, excepto varias de IU-ICV y UPN, que fueron 'tumbadas' con los votos de socialistas y nacionalistas vascos y canarios.

Con el debate de este martes, ambas formaciones han consumado su apoyo una medida contra la que se habían posicionado anteriormente hasta en once ocasiones en el marco de otros votaciones parlamentarias, la última de ellas el pasado mes de septiembre.

El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, y la diputada de CC Ana Oramas han confirmado el voto a favor del levantamiento del veto del Senado por «responsabilidad» en un momento de crisis aguda, para sacar adelante unos Presupuestos que son «de los pocos posibles» en la coyuntura actual.

Ante las críticas del resto de grupos de la oposición, Salgado ha insistido en que la recuperación de la economía y la constitución de unas «bases sólidas» para el crecimiento «a medio plazo» pasa por la previa consolidación fiscal y las reformas estructurales, y ha asegurado que el Gobierno es consciente de lo que los mercados y las instituciones internacionales esperan de esta estrategia.

Además, ha negado que se pueda acusar al Ejecutivo de falta de compromiso social, porque estas políticas han sido «prioritarias» pese al ejercicio de austeridad, de manera que el gasto social representa un 58% del total en 2011, 1,3% más que en 2010.

Montoro no derrama lágrimas por el PSOE

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, ha remarcado su rechazo «de plano» a los Presupuestos porque los datos de paro, prima de riesgo y la desconfianza de los españoles constatan el fracaso de la política del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que no duda en recortar derechos sociales como las pensiones.

«No seré yo quien derrame ni una lágrima por el socialismo, se contradice a sí mismo, pero no puede arrastrar al resto de la sociedad», ha incidido Montoro, quien ha exigido un cambio de política para que el país «deje de estar en el ojo del huracán de las crisis financieras y del mundo», y vuelva a ser la «otra España», líder en empleo, de cuando gobernaba el PP.

Casi 600 millones de enmiendas

A lo largo del tramite parlamentario, interrumpido por el trámite en el Senado, el proyecto ha incorporado 480 enmiendas, valoradas en cerca de 600 millones de euros. De esta cantidad, 190 millones de euros han sido pactados con los nacionalistas vascos, mientras que los canarios han recibido 25 millones. Otros 70 millones fueron transaccionados con el resto de grupos, principalmente CiU.

Además, 295 millones de euros corresponden a un paquete de enmiendas presentadas en solitario por el PSOE, que se destinan a incrementar los préstamos participativos a concesionarios de autopistas y autovías en riesgo de quiebra, que recibirán un total de 650 millones de euros, si bien esta cantidad computa con cargo a deuda pública, con lo cual no tendrá un impacto presupuestario directo.