«Los tiempos no están para invertir, sino para recoger... a veces es bueno aparentar de cara a sostener un clima de confianza y seguridad ante nuestros proveedores y clientes». Con esta claridad reconocía José María Ruiz-Mateos, fundador de Nueva Rumasa, la estrategia del grupo en una de las cartas remitidas al Banco Santander, justo cuando llevaba a cabo su campaña de captación de inversores a través de pagarés.
La familia Ruiz-Mateos ha hecho públicas las cartas coincidiendo con la decisión de poner algunas de sus empresas en concurso de acreedores, una situación de la que culpa a la entidad que preside Emilio Botín.
Las cartas revelan las constantes peticiones que trasladaron al banco, hasta el punto de que, en una escueta misiva de hace tres semanas, Ruiz-Mateos rogaba: «¡Emilio, por favor, no nos dejes caer! Sería horrible. De consecuencias inusitadas y además innecesario».
Antes, la familia había recurrido a las amenazas: «Después de tanta injusticia y continuada persecución, no tengo nada que perder (…), y debes saber que los banqueros sois los más odiados de la sociedad en que vivimos».
En esa misma carta, Ruiz-Mateos le pide que reciba a sus «seis hijos varones (inmejorables)», para abordar la situación del grupo.
La familia Ruiz-Mateos emitió ayer un comunicado en el que niega haber engañado a los inversores particulares que suscribieron sus emisiones de pagarés y considera que el contenido de la correspondencia se ha «sacado totalmente de contexto», con una «mala interpretación» de determinadas frases.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.