El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha señalado que de ETA sólo espera el comunicado de que abandona de forma definitiva las armas y, mientras tanto, tras cada etarra estarán las Fuerzas de Seguridad para «colocarlos en el lugar que se merecen»: la cárcel. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que no hacen falta verificaciones de la tregua por parte de organismos internacionales ya que ha dicho «Estamos en un país democrático y solvente, y que la única verificación que vale es que ETA se disuelva».
Enredar
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha opinado que el comunicado de ETA «es un nuevo intento de enredar para que se hable de ellos» y ha manifestado que «la izquierda abertzale ni tiene proyecto propio ni altura de miras». El portavoz de la presidencia de EB-Berdeak, Serafín Llamas, ha pedido a ETA que «deje de lado» los comunicados «ambiguos» y «apueste, de una vez por todas, por el abandono definitivo de las armas». El portavoz de UPyD en el País Vasco, Gorka Maneiro, ha instado a los terroristas a que se dejen de «palabrería barata y absurda» y que entregue las armas.
Por su parte, el lehendakari, Patxi López, ha rehusado hablar de Sortu, Bildu y «de verificaciones informales que siguen sin anunciar la desaparición definitiva de ETA» porque ha decidido «hace tiempo» no referirse a ellos «para no hacer publicidad a su campaña». Por otro lado, el dirigente de la izquierda abertzale Tasio Erkizia ha valorado el comunicado hecho público por ETA ya que, a su entender, la organización terrorista «deja el testigo del futuro de Euskal Herria en manos del pueblo vasco».
También el líder de EA, Pello Urizar, ha dado valor al texto de ETA y ha pedido a los Gobiernos español y francés que «se sumen y ayuden a la creación» de una comisión de verificación del alto el fuego.
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