Un grupo de jóvenes adolescentes se divierten en una fiesta en Granada. | Efe

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Ocho de cada diez jóvenes aceptan la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y las operaciones de reasignación sexual en personas adultas, y opinan que sólo el 22 por ciento de los padres entenderían que un hijo suyo lo fuera.

Son datos de un estudio realizado por el CIS sobre las opiniones y actitudes que tiene la juventud española ante los adolescentes lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, con entrevistas a 1.411 personas de entre 15 y 19 años.

Los datos dibujan el retrato de una juventud tolerante, pero con un importante déficit en educación afectivo-sexual, que acepta y convive positivamente con la diversidad sexual, pero que también ha presenciado insultos y diferentes formas de discriminación hacia las personas homosexuales, ha resumido el director general del Injuve, Gabriel Alconchel.

Naturalidad

Así, el 86 por ciento opina que debería poder hablarse con naturalidad sobre diversidad sexual; el 81% acepta relaciones entre varones y un 84 por ciento entre mujeres; el 76% aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, el 74 por ciento las operaciones de reasignación sexual en adultos y el 54 por ciento tiene amigos gays.

Además, el 86 por ciento muestra su desacuerdo con la afirmación de que la homosexualidad es una enfermedad, el 81 por ciento no cambiaría la relación si su mejor amigo le dijera que es homosexual y al mismo porcentaje le parecería irrelevante si su profesor lo fuera.

La encuesta dibuja un entorno menos abierto, según el sociólogo Pablo Santoro, coordinador del estudio, ya que los jóvenes piensan que tendrían dificultades de comunicar a su familia la opción homosexual, sobre todo a sus padres.

Creen que sería bastante difícil decírselo a su padre -el 67 por ciento-, a su madre -el 52%- y a sus compañeros -el 62 por ciento-, y les resultaría más fácil comunicárselo a su mejor amigo.

Otro dato importante que destaca el estudio es que un 77 por ciento de la juventud ha escuchado insultos; el 79 por ciento hablar mal de los homosexuales; y un 18 por ciento ha presenciado golpes y empujones.