Momento en el que el presidente de Foro Asturias, Francisco Àlvarez-Cascos (c), regresaba ayer a la Junta General del Principado. | J.L.Cereijido

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«Evitar un mal mayor». Ese es el motivo que ha llevado a socialistas y 'populares' a aliarse en las votaciones de la sesión constitutiva de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) para proclamar presidente a Fernando Goñi (PP). El autor de las declaraciones es Fernando Lastra (PSOE), que afirmó que ambas formaciones prefirieron unirse entre sí antes que llegar a un acuerdo con Foro Asturias (FAC), el partido más votado de la autonomía, que había obtenido 16 diputados. No obstante, los 15 del PSOE más los 10 del PP lo desbancan y consiguen la mayoría absoluta en el órgano, de 45 escaños. IU-Verdes también sale perjudicada y se queda fuera de la Mesa.

El PSOE, con 15 diputados, y el PP, con 10, consiguen mayoría absoluta en el parlamento regional y eligen a Goñi como presidente de la JGPA. IU-Verdes se queda fuera. Momentos antes del Pleno, Lastra afirmaba que el objetivo de la unión era evitar un «mal mayor». Ambos querían bloquear el paso de FAC al puesto; de hecho, el socialista justificó su decisión, una vez tomada: «No teníamos otra opción».

Actitud agresiva

El peor parado fue Francisco Alvarez-Cascos, presidente de FAC. «Ha sido autoderrotado por querer imponer, ha sido víctima de su manera de actuar y no crean que no me alegro de ello», dijo Lastra. El diputado criticó «la actitud agresiva, con continuos desplantes» del ex 'popular' y la de su partido, compuesto por «unos señores que ni se entienden ni quieren entenderse con nadie». Todo esto ha hecho que el PSOE diga: «Nosotros le queremos tanto como le quieren sus ex compañeros».

Enrique Alvarez Sostres (FAC) afirmó que la unión entre estas formaciones le lleva a pensar que tienen un acuerdo que «está vivo y en plena actividad». De este modo, acusó al PP y al PSOE de haber hecho un pacto de «mutua permisividad» en casos de supuesta corrupción, como el de 'Villa Magdalena' y la 'Operación Marea'.

Lastra mantuvo que «no se trata de ningún pacto» y que esa recriminación es un «invento» de los liderados por Cascos «para justificar su propio fracaso».