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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizará su último Debate del Estado de la Nación -este próximo martes y miércoles- para hacer un llamamiento a la «responsabilidad colectiva» de partidos, comunidades autónomas, ayuntamientos y agentes sociales para «difícil tarea» de la recuperación económica y la creación sostenida de empleo.


Zapatero afronta su sexto y último debate como presidente del Gobierno en el peor de los escenarios desde 2004, con una economía en crisis, turbulencias de los mercados que están afectando a la deuda soberana española, arduas negociaciones parlamentarias para recabar apoyos y una reciente debacle electoral del PSOE que ha dado alas al PP para seguir reclamando un adelanto electoral.


«Mi Gobierno trabaja entre una desconfianza excesiva de los mercados y el lógico descontento de los ciudadanos. Trabajamos en ese camino y además con muy poco compromiso por parte de la oposición, pero son así las cosas y así hay que asumirlas», dijo el viernes en Bruselas.


Despedida


Con este panorama, el jefe del Ejecutivo quiere centrar su discurso en «la situación económica, la estabilidad financiera y las reformas que están en marcha» y en ningún caso convertir su intervención en un discurso de despedida. Entre las reformas pendientes está el desarrollo de la reforma laboral, la mesa de contratación con empresarios y sindicatos y culminar la reforma financiera, junto a la tramitación en el Congreso de la negociación colectiva, pensiones y políticas activas de empleo. A todo ello se suman los compromisos adoptados en Bruselas en el 'Pacto por el Euro plus'.


Culminar las reformas es la tarea que se ha marcado Zapatero desde que anunció que no volverá a ser candidato y es también el motivo por el que, según ha expuesto una y otra vez, quiere agotar la legislatura.
Las circunstancias dejan a Zapatero poco margen para hacer anuncios de cara al futuro, como el 'cheque bebé' de 2007 o el fin de la deducción de impuestos por compra de vivienda de 2009.


La oposición


El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó ayer que «lo que los españoles esperan que diga Zapatero el martes en el Congreso de los Diputados es que se marcha, que dimite, que convoca elecciones y que le devuelve el poder al pueblo», porque considera que el jefe del Ejecutivo y los socialistas son un «tapón» para el futuro de los españoles.


Desde el pasado viernes el líder de la oposición, Mariano Rajoy, está preparando su intervención en el Debate, que centrará en la necesidad de un adelanto electoral para evitar que las «chapuzas» de Zapatero hundan todavía más la economía española.


Desde la izquierda, el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, aprovechará el Debate para echar en cara a Zapatero que se haya convertido en un presidente del Gobierno «zombie» y en un «cirujano de guardia» al servicio de los mercados.


Llamazares cree que el debate será el «testamento» de un Zapatero que expresará sus «últimas voluntades».
El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, recordará a Zapatero su lealtad a la hora de apoyar al Gobierno, pero criticará su falta de previsión y su estrategia de «pactos in extremis». CiU advertirá al presidente del Gobierno de que pedirá un adelanto electoral si no se compromete con las reivindicaciones catalanas.