El portavoz del Gobierno, José Blanco. | Efe

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El portavoz del Gobierno, José Blanco, ha dicho hoy que al Ejecutivo le hubiera gustado «compartir con los ciudadanos» la reforma de la Constitución pero que la «grave situación» económica y las circunstancias exigían respuestas rápidas.

En declaraciones a la cadena Ser, recogidas por Efe, Blanco ha señalado que dicha exigencia impedía transferir la responsabilidad a los ciudadanos, por lo que el Gobierno asumirá la decisión y serán ellos quienes la juzgarán.

El portavoz del Ejecutivo ha reconocido que la decisión puede ser difícil de entender pero hay que tomarla porque el momento es «muy complicado» y «grave», y estamos en un contexto con gran «volatilidad» que exige, ha insistido, respuestas rápidas para mitigar sus efectos.

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Ha recordado que hace dos meses se estaba hablando de la salida de la crisis y «ahora estamos pensando en la recesión».

Blanco ha defendido el principio de la estabilidad presupuestaria y ha subrayado que no está de acuerdo con el déficit cero que propugna el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, ni con los «manirrotos» como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Ha criticado además a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por «aprovechar el endeudamiento para empezar a recortar en educación, que es lo más sagrado», lo cual contrasta con lo que ha hecho el Gobierno, que es aumentar el número de becas.

Blanco ha afirmado que no cree que la reforma constitucional tenga un coste político y se ha mostrado convencido de que no tendrá un coste social, sino al revés porque «una garantía de buen gobierno es una garantía del Estado del bienestar».