El presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas (d), durante la visita en la Residencia de Estudiantes de Valverde a las 78 personas desplazadas de La Restinga ayer tras decretarse por el Gobierno de Canarias el semáfoto rojo de alerta ante la previsible erupción volcánica cerca de la costa. | Efe

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Los equipos científicos que trabajan en la isla de El Hierro encontraron ayer por la tarde en el mar dos manchas con fuerte olor a azufre y peces muertos al suroeste de Punta Restinga, lo que confirma dos nuevas erupciones volcánicas a menos distancia y profundidad que la que se produjo el pasado lunes.

Así lo señaló durante una rueda de prensa en Valverde el director general de Seguridad y Emergencias de Canarias, Juan Manuel Santana, quien precisó que se han localizado dos focos de erupción submarina a 750 metros de profundidad y dos millas (3,7 Km) de distancia desde la costa, el primero; y a 500 metros bajo el mar y milla y media (2,7 Km) de Punta Restinga, el segundo.

Concordancia

Santana señaló que esos dos focos concuerdan con lo que indican los gráficos sísmicos de las últimas horas, que muestran una reducción del tremor (el temblor continuo y característico que produce el magma en su camino hacia la superficie), lo que indica una reducción en la presión magmática en el subsuelo. El director general comentó que, aunque suele haber correspondencia entre ambos parámetros también puede ocurrir que, dependiendo de la presión del sistema, el tremor disminuya o por el contrario aumente.

Recordó que los técnicos han explicado que el fenómeno volcánico que se está registrando en El Hierro es fisural y que puede tener varios focos eruptivos, lo que coincide con la observación realizada ayer por los técnicos del Instituto Geológico Nacional, que preveían una erupción más cercana a la costa que la primera registrada en la madrugada del lunes (ubicada inicialmente a cinco kilómetros de la costa y 1.000 metros de profundidad).

Santana afirmó que, con respecto a la vuelta a sus casas de los vecinos de La Restinga, de momento, los científicos evaluarán los datos obtenidos y en función de estos se tomará una decisión sobre las medidas de protección.