En la vista celebrada ante la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, el fiscal Pedro Rubira y las acusaciones representadas por los abogados Rubén Múgica y Carmen Ladrón de Guevara y el ayuntamiento de Andoain -actualmente gobernado por Bildu- han mantenido su petición de 48 años de prisión.
«No he tenido ninguna relación con ETA en la vida», afirmó por dos veces Agirresarobe en su declaración -que se extendió durante aproximadamente una hora- para concluir: «no he tenido un arma en la mano en mi vida».
Desde que fue detenido en agosto de 2010, su «mayor dilema» ha sido recordar dónde se encontraba en el momento del atentado y, aunque ha estado «removiendo cielo y tierra», no ha tenido éxito, explicó.
No bebe café
Asimismo indició en que no conocía el bar Daytona en el que murió el agente y en que no es consumidor de café, por lo que no ha podido aclarar por qué se encontró su ADN en la taza en la que el asesino de Pagazaurtundua tomó uno minutos antes de dispararle, según indicaba el auto con el que el juez Fernando Grande-Marlaska decretó su ingreso en prisión.
«He tomado dos en mi vida y me sentaron mal», precisó Agirresarobe, que tampoco ha podido acordarse si alguna vez ha ido al «bar Iñaki» de Irún donde la Ertzaintza, que comenzó a seguirle tras la desarticulación en marzo de 2009 del «complejo Donosti», encontró en una botella de agua otra prueba de ADN que coincidía con el suyo.
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