La ministra de Economía muestra un gráfico a la prensa tras el último Consejo de Ministros de Zapatero. | JUAN MEDINA

TW
14

El que pudo haber sido el peor día de la crisis de la deuda española quedó en una leve mejoría. El diferencial entre la deuda española y la alemana se estrechó ayer hasta los 441 puntos básicos, frente a los 460 puntos marcados del jueves, animada fundamentalmente por las nuevas compras del Banco Central Europeo (BCE).

Sin embargo, durante toda la jornada, tanto Reuters como Bloomberg, las agencias que calculan el diferencial entre los distintos bonos en el mercado secundario, informaron de que la prima de riesgo española había superado por primera vez desde agosto a la italiana y había marcado su máximo desde 1997. Finalmente, ambas rectificaron.

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, compareció tras el Consejo de Ministros para explicar que esta fuerte subida se debía a una cuestión técnica.

Susto

En concreto, el bono que se estaba tomando como referencia para compararlo con el alemán, el emitido el jueves por el Tesoro, no era el correcto, ya que aún no tiene la liquidez suficiente para ello. Esta distorsión hizo que la prima se disparara en algunos momentos por encima de los 500 puntos. Tras revisar el bono tomado como referencia, la prima volvió a niveles inferiores a los del jueves.

Tras aclararse que la subida respondía a un ajuste técnico, la presión se relajó sobre la deuda española, animada por la decisión del BCE de intervenir de nuevo en los mercados para ayudar a los bonos españoles e italianos.

Al cierre, el diferencial español alcanzaba los 441 puntos, con la rentabilidad del bono en el 6,38%, frente al 6,49% del día anterior. En el caso italiano, la prima se situó en los 468 puntos básicos, frente a los 495 puntos de la víspera.

El repunte, finalmente corregido, contrastaba con la evolución más positiva que registraba la deuda italiana en las últimas horas gracias a la intervención del BCE, y situaba el sobreprecio exigido a los bonos españoles por encima del de Italia casi cuatro meses después. El cambio de posiciones convertía a España en el siguiente país con más riesgo, en opinión del mercado, de ser el próximo en necesitar la ayuda internacional.