Imagen de los manifestantes en la capital. | Reuters

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Varios miles de personas, según los convocantes, se concentraron ayer a las puertas del Tribunal Supremo (TS) en apoyo a Baltasar Garzón para protestar contra el «atropello» que, en su opinión, ha supuesto su inhabilitación como juez por ordenar las escuchas del ‘caso Gürtel'.

El acto, promovido por las plataformas contra la impunidad del franquismo y Solidarios con Garzón, contó con la presencia del diputado de IU Gaspar Llamazares, la representante de Equo Inés Sabanés y el poeta Marcos Ana.

La concentración estuvo presidida por una pancarta «contra los juicios de la vergüenza», «contra los crímenes del franquismo» y «en apoyo al juez Baltasar Garzón». Los participantes corearon consignas como «Vergüenza», «Justicia», «Este juicio es una vergüenza» o «Este tribunal está podrido» y exhibieron carteles contra la corrupción y en favor de la reparación de las víctimas de la dictadura.

«Radicalmente injusto»

En su intervención, el portavoz de la plataforma Solidarios con Garzón, Jaime Ruiz, mostró su repulsa ante una sentencia «radicalmente injusta» del Supremo que condena al juez que destapó la trama de corrupción, mientras los corruptos están en la calle.

Ruiz manifestó que «ha habido una verdadera cacería mediática y jurídica», con tres procedimientos abiertos sobre el mismo juez, lo que, desde su punto de vista, ha sido «un atropello a la legalidad democrática y a la Justicia».

En declaraciones a los medios, el diputado de IU adelantó que hoy, durante la comparecencia del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, en el Congreso de los Diputados, le pedirá cuentas y le dirá que «la Justicia española está bajo mínimos como servicio público y como poder democrático porque se ha convertido fundamentalmente en una Justicia corporativa».

Llamazares opinó que el juicio a Garzón por las escuchas del ‘caso Gürtel' ha sido «un tribunal de honor» y, tras recordar que los tribunales de honor fueron derogados por la Constitución, consideró que «la Justicia tendrá que abordar su propia transición democrática, que todavía no ha hecho».

Por su parte, Inés Sabanés dijo que es «una vergüenza» que la primera persona condenada por una trama de corrupción sea el juez que la destapó, mientras todos y cada uno de los que están imputados con altas fianzas siguen en la calle, algo que ha calificado de «incomprensible e intolerable».