El Gobierno insistía en las últimas semanas en que los bancos decidirían si traspasaban sus activos inmobiliarios, pero en el último borrador del real decreto, al que ha tenido acceso Efe, se plantea como una obligación.
La ventaja es que si las entidades, en su carrera por sanear estos activos tóxicos que rondan los 180.000 millones, son incapaces de hacerlo por sí solas, podrán ser ayudadas si tienen un socio en la nueva entidad.
Esta sociedad se hará cargo, en principio, de todos los activos inmobiliarios tóxicos, es decir los que ya entraron en mora o tienen riesgo de hacerlo y los adjudicados, y deberá ir haciéndose cargo de los créditos del «ladrillo sano» que pasen a ser problemáticos.
1 comentario
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ja fa temps que quant veig que l'estat te que ingectar diners (Hi ara públics) als bancs,no puc deixar de pensar el per qué no venen els pisos i casa que tenen i de aquesta manera disposarien de liquidesa i no els tindriem que ajudar. Es una vergonya que no els posin a un preu baix i esperin a que pugui ser mès rentable la seva venta i es normallo que fan si estan sobreprotegits i els que pagam tots els plats romputs sempre som els mateixos.