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Fitch calcula que la necesidad de capital de la banca española podría situarse en una horquilla de entre 90.000 y 100.000 millones de euros en el peor escenario macroeconómico contemplado, similar al de la crisis irlandesa, o en un rango de entre 50.000 y 60.000 millones de euros en un panorama adverso básico.

La firma de calificación de riesgos explica que este amplio abanico de cifras de necesidades de capital de las entidades financieras por la exposición de su cartera de créditos en España deriva de posibles pérdidas en distintos escenarios.

Fitch cifra estas necesidades de capital de la banca española la víspera de que las consultoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger presenten al Banco de España sus valoraciones sobre la salud de los activos de la banca española.

Sus estimaciones elevan a un total de 295.000 millones de euros las pérdidas totales en el escenario irlandés y las reducen a 230.000 millones en el escenario base, a razón de 44.000 millones en activos adjudicados y de 20.000 millones de crédito hipotecario.

«La probabilidad de que se materialicen importantes pérdidas está creciente y cada vez resulta más necesario un plan de recapitalización a corto plazo para las entidades financieras más expuestas», dice Fitch.

Santander, BBVA y La Caixa, las más fuertes

Santander, BBVA y La Caixa, así como un número reducido de entidades bien capitalizadas con limitada exposición al sector inmobiliario tienen suficiente beneficio, reservas y capital para soportar las previsiones de pérdidas, sostiene la firma.

Fitch deduce las diferentes facturas de capital esbozadas de la asunción de impagos en dichos escenarios contemplados a través de la multiplicación de créditos morosos y bajo la exigencia de alcanzar un core capital de aproximadamente del 10%.

El análisis de Fitch abarca una cartera crediticia de la banca española de 1,783 billones al cierre de 2011, con activos adjudicados por 88.000 millones. La firma multiplica por entre dos y tres los créditos morosos y les asigna una morosidad del 100% a todos los activos relacionados con el suelo.

Fitch afirma que su escenario base es relativamente severo y presenta razonables probabilidades de materializarse, sobre todo si se tiene en cuenta la creciente presión del mercado para el reconocimiento de pérdidas.

En este sentido, apunta que el escenario irlandés representa una prueba de esfuerzo severa para la banca española basada en algunos de los casos experimentados en Irlanda, pero no especifica magnitudes macroeconómicas aparejadas. Además, no anticipa en España pérdidas tan elevadas como las registradas en dicho país.

Sobre la necesidad de capital público solicitada por Bankia por importe de 19.000 millones, Fitch incide que este importe es de lejos el más elevado registrado por una entidad en su escenario base.

Fitch indica que algunos aspectos de Bankia son comunes al resto del sector financiero, como el elevado riesgo de concentración al sector inmobiliario, pero que otros corresponden a su idiosincrasia, como una muy escasa rentabilidad y una muy elevada dependencia de la financiación mayorista.