Antonio Fernández, consejero andaluz de Empleo entre 2004 y 2010. | Efe

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La primera semana de la comisión de investigación del Parlamento andaluz sobre los ERE ha aflorado mucho conocimiento, a veces impúdico, de la personalidad y avatares familiares de los declarantes, pero nada sobre el reparto de mil millones con cargo a la famosa partida 31L del presupuesto andaluz.

Las últimas comparecencias han paliado el preocupante inicio de esta comisión, que más que de investigación de irregularidades en el reparto de estos fondos de la Junta de Andalucía parecía de exculpación de los comparecientes.

Precisiones

Que muchos de ellos estén imputados por la juez Mercedes Alaya ha favorecido que no contesten a las preguntas de los diputados para preservar su derecho de defensa, aunque no han ahorrado críticas a sus señorías aprovechando el alegato final de sus comparecencias.

La negativa a contestar -que no a criticar- a los diputados exasperó a los portavoces de IU y PP, algo que empeoró cuando el del PSOE, que no había hecho ninguna pregunta oral para amparar los derechos de declarantes imputados, rompió su silencio y preguntó al ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero por las fechas en que ocupó este cargo.

La cuestión causó hilaridad entre avezados analistas políticos la descifraron como una vital precisión temporal para preservar al presidente andaluz Griñán de responsabilidad en este turbio asunto.

Guerrero es, hasta ahora, la estrella mediática de esta comisión en la que sus superiores, los consejeros de Empleo José Antonio Viera y Antonio Fernández, le han dejado a los pies de los caballos por el, cuanto menos pródigo, reparto de fondos públicos.

Único imputado en prisión -junto a su infiel y deslenguado chófer, que no ahorró detalles sobre el pago de copas y cocaína con fondos públicos- compareció con desenvoltura ante la comisión.

«Lo único que le quiero decir a su señoría es que todo el mundo me tiene, y me tengo, por una persona jovial, pero ni he sido un putero, como alguien dijo, ni me he dedicado a la drogodependencia; me tomo las copas que me apetece, cuando me apetece y donde quiero», espetó.