Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo (d), y de UGT, Cándido Méndez, durante la concentración que han convocado en la madrileña Plaza de Colón junto a otras 150 organizaciones sociales, agrupadas en la denominada Cumbre Socia. | Efe

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Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, han pedido este mediodía a Mariano Rajoy que no pierda hoy la oportunidad de escuchar a los ciudadanos que rechazan sus recortes, y le han avisado de que tiene la llave para evitar una nueva huelga general.

Toxo y Méndez han lanzado esta advertencia al jefe del Ejecutivo, a quien han exigido además que convoque un referéndum sobre su política.

La demanda la han hecho durante los discursos que han pronunciado en la concentración que han convocado en la madrileña Plaza de Colón junto a otras 150 organizaciones sociales, agrupadas en la denominada Cumbre Social.

Cándido Méndez ha emplazado a Rajoy que «se entere de la realidad» que cientos de miles de ciudadanos han expresado hoy y que se traduce en que la gente está hasta la «coronilla» porque saben que «nunca» en España, en tampoco tiempo, se ha hecho «tanto daño» a la inmensa mayoría con «tanta soberbia y malas artes».

Del ministro de Economía, Luis de Guindos, Méndez ha dicho que «ha dimitido mentalmente de su responsabilidad y ha vuelto a recuperar su figura de delegado de Lehman Brothers en España».

El líder de UGT ha denunciado que el Gobierno está aprovechando la crisis para demoler y privatizar los servicios públicos, lo que ha estimado «inmoral» porque supone facilitar negocios a sus «allegados».

Según Toxo, la política del Gobierno está haciendo «demasiados daños» a los ciudadanos, quienes le están demandando un cambio.

El dirigente de CCOO ha avisado a Rajoy que debe abandonar su política de «carta blanca para los mercados», porque es el momento de «elevar la política y devolver la palabra» en un referéndum.

Asimismo, ha dicho al presidente del Gobierno que no aproveche la crisis para acometer una «involución social y política sin precedentes» que arruine el estado social.

De la posibilidad de que la economía española tenga que ser «rescatada», Toxo ha destacado que hay alternativas y ha recordado que para Grecia, Portugal e Irlanda ha supuesto un «camino al suicidio».

Por ello, ambos líderes sindicales han exigido la convocatoria de un referéndum para que la sociedad se pronuncie sobre la política gubernamental.

En cuanto a la convocatoria de una huelga general, ambos dirigentes han hecho hincapié en que «la llave» para evitarla la tiene el jefe del Ejecutivo porque, si los sindicatos cuentan con el respaldo de los ciudadanos, llegarán «tan lejos como el Gobierno quiera llegar».

Para el secretario general de USO, Julio Salazar es «absolutamente posible y necesario» cambiar las políticas del Gobierno para que todo el mundo «apechugue» de forma equitativa con la carga de la crisis.

Salazar ha pedido que no se siga poniendo la «alfombra roja» a los evasores fiscales y ayudando a las entidades financieras, que siguen negando el crédito a familias y empresas.

Por su parte, el presidente del Csi-F, Miguel Borra, ha criticado que «sea posible» mantener «aeropuertos peatonales», «decenas de miles» de asesores, ERE fraudulentos, el «saqueo» de las cajas de ahorros o embajadas autonómicas, pero que no ocurra lo mismo con las pensiones, la educación, la justicia o la sanidad.

Tras agradecer a los empleados públicos que hoy han trabajado para que la marcha y la concentración saliera bien (emergencias, policía o bomberos), ha subrayado que sobran políticos «ni ni», porque ni tienen alternativas reales a las políticas actuales ni resuelven los problemas.

El presidente del Consejo de la Juventud, Ricardo Ibarra, ha recalcado que, con una tasa de paro del 52 %, los jóvenes sufren precariedad y abuso laboral y ha dicho que no pueden aceptar que se les tilde de «generación perdida».

La presidenta del Consejo general del trabajo social, Ana Lima, ha afirmado que uno de cada cinco ciudadanos está en riesgo de exclusión social por la política del Gobierno y que muchas familias que no llegan a fin de mes, no reciben ayudas de los servicios sociales porque «no dan abasto».