«Estamos aquí para anunciar la disolución de Batasuna, y los militantes reflexionarán sobre la elección de un nuevo instrumento político», dijeron a la prensa Maite Goyenetxe y Jean Claude Aguerre, miembros de Batasuna.
El partido independentista no precisó sin embargo de qué instrumentos políticos se servirá para continuar con sus reivindicaciones.
«Lo más importante es garantizar la eficacia de nuestra lucha y hacer que los instrumentos políticos que necesitamos se adapten al momento político. Es para responder a esta necesidad por lo que decidimos disolver Batasuna», explicó Goyenetxe.
La portavoz de Batasuna aseguró sin embargo que el movimiento tiene «la voluntad de continuar construyendo una nueva fase política», pero sin precisar qué forma adoptaría esta acción y rechazando cualquier vínculo con el partido de la izquierda independentista Sortu, presente tanto en el País Vasco español como en Navarra.
Goyenetxe afirmó que la disolución de Batasuna se inscribe «en la misma lógica que un cierto número de ajustes en las organizaciones de la izquierda abertzale en los últimos meses» y citó «la desaparición de Segi y la disolución de Askatasuna».
El anuncio de los dirigentes del movimiento de la izquierda abertzale en Francia, creado en 2001, se conoce días después de que Aurore Martin, una de sus exresponsables, saliera de una prisión española tras depositar una fianza de 15.000 euros.
Martin fue detenida el 1 de noviembre en Francia a petición de España, que había emitido una orden de arresto por su presunta participación en actos de Batasuna en España; la líder independentista está imputada por un supuesto delito de integración en organización terrorista en grado de dirigente.
El Gobierno francés, por medio de su ministro del Interior, Manuel Valls, defendió esa extradición a España de Martin y señaló sobre esta exdirigente de Batasuna que París no podía tener «ninguna complacencia con quien ha apoyado a ETA».
Batasuna fue creada en 2001 en el marco de una estrategia política común entre el País Vasco francés y español, después de la ruptura del proceso de Lizarra Garazi.
Esa creación provocó el nacimiento de una escisión dentro del partido independentista vasco francés Abertzaleen Batasuna, cuyo principal punto de discordia fue la condena de la estrategia armada de ETA.
Desde que la organización terrorista anunció su renuncia a las acciones armadas los dos partidos han mencionado de manera abierta su disposición a una posible reconciliación.
Batasuna formó parte en 2012 de la candidatura Euskal Herria Bai (EHBAI) para las elecciones legislativas de junio y en la que presentaron su reivindicación de una autonomía propia para la región del suroeste de Francia.
«Euskal herriaren hitza Pariserat» ("La voz del País Vasco en París") fue su lema de campaña para esos comicios parlamentarios que se celebraron un mes después de las elecciones presidenciales francesas.
El exjefe de ETA Mikel Albisu, que comparecía hoy precisamente en un tribunal de París en relación con casos pendientes con la Justicia gala, pidió que «los gobiernos de España y Francia den un paso para la resolución del conflicto vasco (...) como lo pide la mayoría del pueblo vasco».
Albisu, que habló ante el Tribunal Correccional de París en una audiencia en la que desistió del recurso contra una sentencia por la que fue condenado en rebeldía en 1997 a cinco años de cárcel por la Justicia francesa, recordó que ETA lleva más de un año cumpliendo su alto el fuego definitivo
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