Casi seis millones de parados

Al tiempo que ha crecido el desempleo ha bajado la ocupación, de tal forma que hay 16.957.100 personas que tienen un empleo por cuenta propia o ajena, lo que supone retroceder a los niveles de hace una década, ya que desde el primer trimestre de 2003 no era tan bajo el número de gente con trabajo.

En comparación con el año anterior, la cifra de ocupación supone la destrucción de 850.500 puestos de trabajo, de los que la mayoría han desaparecido en el sector privado, aunque en el último tramo del año se ha acelerado la pérdida de puestos de trabajo en el ámbito público como consecuencia de los ajustes llevados a cabo por las distintas administraciones. La suma del colectivo de quienes trabajan y de quienes están en disposición de hacerlo da lugar al total de población activa, que se ha reducido en 158.700 personas en el último año, lo que el Gobierno achaca íntegramente a los extranjeros que se han marchado del país.

Extranjeros

En términos relativos, los extranjeros son -junto con los jóvenes- los que peor lo tienen, ya que la tasa de paro en este colectivo es diez puntos superior a la de la media (36,53 %). Entre la población inactiva están quienes se jubilan, pero también los «desanimados», aquellos que dejan de buscar empleo porque creen que ya no lo van a encontrar.

Probablemente los que se desalientan han estado más de dos años buscando empleo, un colectivo que al cierre de 2012 se elevaba a 1.924.100, casi medio millón más que en 2011.

La tasa de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años ha superado en 2012 el 55 %, más de 6 puntos por encima de la registrada un año antes. En total hay 930.200 jóvenes parados, de los que la mayoría se concentra en la franja de 20 a 24 años.