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El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero expresó ayer su «respeto» por José María Aznar tras la entrevista en la que no descartó volver a la política, pero señaló que cada exjefe del Ejecutivo decide su postura y que a él no se le escuchará nunca una crítica a Mariano Rajoy.

Zapatero hizo estas declaraciones en una entrevista con Luis del Olmo en RNE.

«Tengo respeto por los expresidentes del Gobierno. Lo tenía cuando fui presidente del Gobierno y siempre respeté mucho a Aznar, afirmó, antes de insistir: «Alguien que ha sido presidente del Gobierno merece el respeto».

No obstante, José Luis Rodríguez Zapatero señaló que «cada uno decide la posición» a adoptar cuando deja el Ejecutivo. «La mía es mantener el máximo silencio posible. No se me escuchará una crítica a Rajoy», destacó, y añadió: «Cualquier cosa que pueda decir aquí o fuera de aquí que de una u otra manera perjudique a España no saldrá de mi boca». José Luis Rodríguez Zapatero también habló del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, del que aseguró que no se ha distanciado al ser preguntado al respecto.

Dijo que tiene «muy buena relación» con él después de una etapa de Gobierno en la que han trabajado juntos y en la que han vivido «la parte más intensa» y la que más les ha exigido: la lucha contra la banda terrorista ETA.

Zapatero valoró del líder socialista sus condiciones políticas, su trayectoria, su inteligencia y su conocimiento de los problemas de España.

«Le deseo lo mejor, le tengo afecto, como a la mayoría de los compañeros del partido», matizó.

Sobre el desafío soberanista en Catalunya, apuntó que «no va a ir a ningún sitio» y que conoce a los líderes de CiU, que, subrayó, «no son independentistas».

Consideró al presidente de la Generalitat, Artur Mas, como un político «con estatura y formación» que sabe que la evolución de Europa «va en una dirección que no tiene nada que ver con la aparición para constituirse en territorio».

Zapatero cree que todo es una «estrategia política» y explicó que no comparte la posición del PSC porque el derecho a decidir no forma parte del pacto constitucional.