Imagen de archivo de un control de alcoholemia en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La Comisión de Interior del Congreso ha dado hoy luz verde a la reforma de la Ley de Tráfico, que ahora pasará al Senado, y ha suavizado las multas por consumo de alcohol al volante, que, frente al proyecto inicial, sólo serán de mil euros si la tasa duplica la permitida o si se es reincidente.

Así lo han acordado «in extremis» PP y CiU, por lo que frente a las multas que establecía el proyecto inicial, que incrementaba de los 500 euros actuales a 1.000 euros por dar positivo, en la nueva redacción sólo se sancionará con esa cantidad máxima cuando se duplique la tasa permitida, es decir, cuando se dé 1 gramo de alcohol por litro de sangre.

También será de 1.000 euros cuando el conductor se niegue a someterse a la prueba de alcoholemia o cuando sea reincidente, es decir que haya sido multado por consumo de alcohol durante el año inmediatamente anterior a la sanción, según la enmienda transaccional pactada entre PP y CiU, que ha contado con el apoyo de todos los grupos a excepción del PSOE, que se ha abstenido.

Casco obligatorio a los menores de 16

Precisamente, esos dos grupos también acordaron la semana pasada, en el trámite de ponencia, establecer en los 16 años la edad hasta la que será obligatorio el uso del casco de la bicicleta en ciudad, a pesar de que la intención inicial del Gobierno era imponerlo hasta los 18 años.

Son estas las dos novedades más importantes del proyecto de reforma de la Ley de Tráfico, que ahora pasará al Senado y cuya aprobación definitiva supondrá la puesta en marcha del nuevo Reglamento de Circulación, que no entrará en vigor hasta al menos marzo.

El informe de la ponencia ha sido aprobado en la Comisión de Interior de la Cámara Baja con los votos en contra del PSOE y la Izquierda Plural, en un debate no exento de críticas a la celeridad con la que se ha tramitado en el Congreso un tema que, según la oposición, requería de mayor sosiego al afectar a un número muy importante de ciudadanos.

Mientras que el uso obligatorio o no del casco en ciudad fue el protagonista estrella de otros debates del proyecto, hoy ha quedado más en un segundo plano y han sido las multas previstas para el consumo de alcohol al volante las que han centrado la sesión.

Casi de forma unánime, los grupos han considerado desproporcionada y poco acorde con los tiempos de crisis la propuesta del Ministerio del Interior de duplicar las actuales multas por esa infracción.