En la Plaza Consistorial y bajo la lluvia, los reunidos, unos 325 según la Policía Municipal, han formado con sus cuerpos una gran gota que, junto con las realizadas en otros municipios, confluirán el próximo día 11 de enero en Bilbao en una manifestación que han anunciado como «un gran mar por el fin de la dispersión».
«Ese día, por encima de ideologías o intereses particulares, vamos a expresar de manera clara y rotunda que queremos soluciones y que ha llegado el momento de traer a los presos a Euskal Herria», ha subrayado el abogado Juanje Soria a los periodistas antes del acto.
El acto de Pamplona, que se ha desarrollado sin incidentes y en un ambiente festivo, con música y presencia de diferentes colectivos, contaba con permiso gubernativo pese a que la delegación del Gobierno había prohibido las columnas que iban a salir de diferentes barrios y pueblos para terminar en la Plaza Consistorial.
Jone Galarza, en euskera, y Juanje Soria, en castellano, han leído un escrito en el que los convocantes recuerdan que en el 2014 se cumplen 25 años desde que se puso en marcha la dispersión, una «política de excepción» que ha supuesto «sufrimiento, accidentes y castigo para miles de familias», causando 16 muertes en la carretera y cientos de heridos.
Pese a ello, denuncian que los Gobiernos «anuncian que no van a moverse ni un milímetro» por lo que se muestran convencidos de que «es la hora de la sociedad civil».
Según han señalado, en estos momentos hay 72 presos navarros de ETA dispersados que tenían que estar en Pamplona «cerca de sus familiares y amigos, que no han sido condenados en ninguna parte a tener que convivir con este riesgo para sus vidas».
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Cuando los tengan en su casa, se declararán independientes.