La portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, durante una entrevista. | Efe

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La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha prometido que su partido se volcará contra el «bodrio preconstitucional» de la reforma de la ley del aborto y ha apelado a los diputados del PP que discrepan con él para que lancen un mensaje al «ala lepenista» del Gobierno sobre la necesidad de retirarlo.

En una entrevista con Efe, Rodríguez repasa los temas de actualidad política, entre ellos la reforma de la ley del aborto, el debate catalán, el caso Bárcenas o las medidas anticorrupción que quiere impulsar el Ejecutivo.

También sitúa entre los objetivos primordiales del PSOE para 2014 demostrar que la salida de la crisis que ha diseñado «este Gobierno de derecha extrema» es a costa de los derechos de los ciudadanos, que ha destruido la clase media trabajadora y el estado del bienestar y que ha generado una gran desigualdad.

Y ofrece también un botón de muestra: la reforma de la ley del aborto, para la que no ahorra calificativos: inaceptable, vergonzoso, bodrio y preconstitucional son algunas de las expresiones que utiliza para referirse a un anteproyecto que, a su juicio, retrotrae a España a la época anterior a la Carta Magna.

No obstante, y aunque se muestra convencida de que no llegará a las Cortes en los términos actuales, deja claro que el PSOE hará todo lo que esté en su mano para que no entre en vigor, incluso recurrir al Tribunal Constitucional.

Según su diagnóstico, el anteproyecto será modificado porque ya se han alzado numerosas voces dentro del propio PP contrarias a esa reforma.

Para dar la oportunidad a que los diputados del PP que no están de acuerdo con el proyecto de Gallardón puedan ser «coherentes», el PSOE ha reclamado un pleno extraordinario del Congreso con voto secreto y un único punto del orden del día: exigir al Gobierno que lo retire.

También invita Rodríguez a que los dirigentes autonómicos contrarios a la reforma hagan «un ejercicio de responsabilidad y coherencia», reúnan a los diputados nacionales de sus comunidades y les den instrucciones para que voten a favor de esa retirada.

Rodríguez va más allá y emplaza a unos y otros a sumarse al sentir «clamoroso» de la sociedad y de la mayor parte de fuerzas políticas para que, todos juntos, lancen un mensaje claro al «ala más dura, el ala más lepenista del Gobierno de Rajoy» en contra de estos recortes de derechos y libertades.

Respecto a la situación en Cataluña, la dirigente socialista se muestra muy crítica con el último paso dado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ha envido una carta a los mandatarios europeos solicitando su respaldo para la consulta soberanista.

Un paso más «en este camino a ninguna parte al que Mas quiere llevar a la sociedad catalana», reprocha, y apostilla que es una conducta que «se sale fuera de todos los márgenes de actuación» y de las relaciones que un país miembro de la UE tiene con el resto.

Cree Rodríguez que la misiva no tendrá ningún efecto, más allá de que Mas ha conseguido que, «durante un día», su agenda soberanista vuelva a centrar la atención.

Junto a las críticas a Mas tiene palabras duras para la «inacción» del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho que el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lleva más de un año avisando de la gravedad del problema catalán y ha enfatizado que el PSOE y el PSC son los únicos que han ofrecido una solución.

«Frente a la doctrina rajoyniana de que siempre que llueve escampa», Rodríguez avisa de que «los grandes problemas cuando no se abordan no desaparecen, se hacen más grandes».

En cuanto al caso Bárcenas, la dirigente del PSOE asegura que su partido no ha descartado «nunca» presentar finalmente la moción de censura contra Rajoy con la que amagó el pasado verano.

«Hoy quedan muy pocos españoles, por no decir ninguno, que no esté plenamente convencido de que el PP, Mariano Rajoy, los dirigentes del PP, la señora Cospedal han mentido de forma clara en su responsabilidad política» sobre este asunto, sentencia Rodríguez.

Bajo ese prisma, apunta a que lo que se va conociendo del caso «Gürtel-Bárcenas-Rajoy» apunta a que «efectivamente era una trama estructural que lleva muchos años montada en ese partido para financiarse de forma ilegal con dinero público de todos a través de mordidas y cohechos».

Además, añade, luego «les ha servido para financiar ilegalmente sus campañas electorales y supuestamente para el enriquecimiento de los dirigentes que controlaban esa trama».

Pese a que Rubalcaba anunció en verano que el PSOE rompía relaciones con el PP ante el calibre del caso Bárcenas, Rodríguez precisa que los socialistas están dispuestos a trabajar con todos los grupos parlamentarios, y eso incluye al popular.

«Voluntad tenemos, nunca será por nuestra parte», sostiene al ser preguntada si esa disposición para encontrar puntos de encuentro incluye el paquete de medidas contra la corrupción y a favor de la regeneración política que está elaborando el Gobierno.

Sin embargo, su opinión es que este Ejecutivo, «con la sombra de Bárcenas y de Gürtel encima de su cabeza no puede pretender liderar las reformas necesarias en política anticorrupción».