Un vídeo muestra la llegada a nado de ocho inmigrantes a la playa del Tarajal, donde la Guardia Civil les esperaba.

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La polémica crece por el uso de pelotas de goma y por la llegada a territorio español de los inmigrantes, mientras el número de subsaharianos muertos se eleva ya a catorce. El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, reconocía que la Guardia Civil había lanzado salvas y pelotas de goma en la avalancha de inmigrantes subsaharianos que pretendían llegar a Ceuta, sin embargo el director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa, lo niega. Lo cierto es que ayer se encontraron casquillo de bala de fogueo en la playa de Tarajal, punto donde llegaron a nado algunos de los inmigrantes.

Un vídeo muestra cómo inmigrantes están ya en aguas españolas, superada la avalancha, pero a punto de ser capturados por los agentes. Según fuentes de la Guardia Civil, la detención y deportación es legal ya que no los detienen en el agua para evitar riesgos.

El delegado del Gobierno asegura que el material antidisturbios se empleó únicamente como medida disuasoria y nunca directamente contra lo inmigrantes.

La versión oficial de González difiere de la que ha dado la Guardia Civil, pero también de algunos de los supervivientes, que han contado que la Benemérita empleó contra ellos gases lacrimógenos.

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha negado que los agentes emplearan armas de fuego y pelotas de goma contra alguno de los al menos nueve inmigrantes subsaharianos que han fallecido ahogados cuando trataban de entrar a nado en Ceuta.

Muy injusto

En declaraciones a la cadena Ser , Fernández de Mesa tilda de «muy injusto» que alguien pueda pensar que la Guardia Civil haya disparado a algún inmigrante cuando lleva muchos años defendiendo y «arriesgando su vida» por estas personas.

Ha negado tajantemente el empleo de armas de fuego en el mar, así como el lanzamiento de pelotas de goma, que sí ha admitido se usaron en la valla fronteriza para impedir el asalto que pretendía un número importante de subsaharianos.