Los escasos incidentes de importancia ocurridos durante la jornada de participación del 9N se han saldado con cinco detenidos en Girona, donde se ha producido el hecho más grave cuando un grupo de encapuchados ha causado destrozos y han pateado una de las urnas de cartón instaladas en un local.
Los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco ultras poco después de que asaltaran este domingo la Escuela de Hostelería de Girona, donde han roto vasos, platos y han dañado urnas al grito de «Viva España», antes de ser expulsados por vecinos que hacían cola.
Tras su detención, estas cinco personas, de entre 21 y 34 años, han quedado en libertad a la espera de ser llamados por el juez acusados de los delitos de lesiones, daños y desórdenes públicos, mientras que el Ayuntamiento de Girona les ha interpuesto una querella por un delito contra las libertades democráticas.
El día ha comenzado con algunos de los locales que debían acoger las urnas con las cerraduras con silicona, lo que no ha impedido que fueran abiertos.
No ha abierto el IES Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat, que tenía que ser punto de participación, porque su directora se ha negado a dar las llaves del centro a los voluntarios de la jornada.
En la localidad de Pontons (Barcelona), la fachada del Ayuntamiento, gobernado por el PPC y uno de los cinco municipios catalanes cuyo consistorio no ha cedido ningún local para el 9N, ha aparecido con pintadas con simbología independentista.
«Es intolerable que en democracia se tengan que sufrir ataques por cumplir la ley», ha asegurado el alcalde de Pontons, LLuis Caldentey, mientras que el PPC ha pedido al resto de partidos que condenen este ataque y no sólo los que les afectan.
Junto a Pontons, un municipio de 504 habitantes, los ayuntamientos que no han cedido locales municipales hoy son Arras, Bausen y Canejan (Lleida) y Horta de Sant Joan (Tarragona).
En una concentración contraria a la consulta en Cardedeu (Barcelona), los mossos han identificado a uno de los manifestantes y ha resultado que tenía una orden judicial pendiente por violencia doméstica en Asturias, por lo que ha sido detenido y puesto a disposición judicial.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, que han votado hoy en Barcelona, han tenido que soportar algunos improperios aislados y a un ciudadano que les ha increpado diciendo «¡Vergüenza! mientras otro le ha replicado apelando al respeto hacia su figura.
También ha sido increpado el líder de ERC y alcalde de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), Oriol Junqueras, cuando un hombre le ha enseñado una página del BOE para hacerle entender que el 9N es ilegal, mientras una mujer le decía que «Cataluña es España».
Los hechos, que no han tenido mayores consecuencias, se han producido en el Instituto de Bachillerato Frederic Mompou de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), donde Junqueras participaba como voluntario en un punto de votación por el 9N.
Por otra parte, medio centenar de ultras se han concentrado ante la Delegación del Gobierno en Barcelona para protestar en contra de la convocatoria del 9N, en un acto en el que han ensalzado la «unidad de España» y han criticado a Mariano Rajoy.
Controlados por un fuerte despliegue de Mossos y la Policía Nacional, los manifestantes, entre ellos miembros de Falange y Alianza Nacional con banderas anticonstitucionales, han reclamado la suspensión del Estatut de Cataluña y la intervención de las Fuerzas Armadas para «frenar» el 9N, mientras que han quemado una 'estelada' independentista y han cantado el «Cara al sol».
1 comentario
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I em de dir, que els incidents els van fer persones feixistes més properes a nes govern central... Així que després de tant i tant voler demostrar que era un acte il-legal, qui els cometia realment eren els afins ideològics den Rajoy.