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Los restos mortales de la aristócrata Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba, XI duquesa de Berwick y catorce veces Grande de España, han llegado ya desde su residencia en el Palacio de las Dueñas hasta la capilla ardiente que se ubica en el Ayuntamiento de Sevilla, ante la que aguardan unas 300 personas.

A su llegada, los ciudadanos allí congregados han otorgado un intenso aplauso a la duquesa mientras el ataúd iba siendo trasladado, a hombros de familiares y amigos, hasta el interior del Salón Colón de la Casa Consistorial, donde se ha procedido a abrir la capilla ardiente.

A ambos lados han sido colocados bancos, ocupados por su viudo, hijos y nietos y otros familiares. En los primeros momentos, junto a los familiares se encontraba el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y otros representantes municipales.

La estancia ha sido engalanada para la ocasión con imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias Coronada y otros elementos representantivos de la Hermandad de los Gitanos, de donde era hermana la Duquesa de Alba y en cuyo templo se depositarán sus cenizas.

Así, unos 20 minutos antes de su llegada, el féretro salía del Palacio de Dueñas en el coche fúnebre, seguido de una amplia comitiva, unas instalaciones a cuyas puertas se han congregado alrededor de 300 personas -entre ellas numerosos periodistas-, que han arrojado flores al vehículo entre aplausos y palabras de halago a la duquesa.

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El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha afirmado que la capilla ardiente estará abierta «sin hora, mientras haya sevillanos que quieran despedirse de ella o la familia lo determine» y que el funeral se celebrará mañana, viernes, en Sevilla.

La aristócrata ha muerto este jueves en el Palacio de las Dueñas, a los 88 años de edad, rodeada de su actual marido Alfonso Díez y sus seis hijos. Fue trasladada «por expreso deseo de la paciente y de sus familiares» a su domicilio sevillano desde el Hospital Quirón Sagrado Corazón de la capital andaluza, donde la Duquesa fue ingresada el pasado domingo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en situación de insuficiencia respiratoria secundaria a neumonía de la comunidad, asociada con arritmia cardiaca y repercusión hemodinámica.

María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y de Silva nació en el Palacio de Liria en Madrid el 28 de marzo de 1926 y, al estallar la Guerra Civil, se exilió en Londres junto a su familia. Sin embargo, no pudo evitar la sombra de la contienda y, tres años después, vivió el estallido de la II Guerra Mundial y sus posteriores efectos sobre Gran Bretaña.

De vuelta a España, y siguiendo el consejo de su padre, se casó en primeras nupcias con el aristócrata Pedro Luis Martínez de Irujo y Artazcoz, hijo de los duques de Sotomayor. El enlace, que tuvo gran repercusión social, se celebró en Sevilla el 12 de octubre de 1947.

Tras la muerte de su padre Jacobo Fitz-James, en 1953, Cayetana heredó el Ducado. De su matrimonio con su primer marido, nacieron seis hijos: Carlos, duque de Huéscar; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro.