La asamblea general electoral ha dado este miércoles la victoria al actual dirigente de la CEOE por 345 votos de un total de 660 (el 52,2 %) frente a los 312 obtenidos por Garamendi (el 47,2 %), sobre un universo de 773 vocales llamados a las urnas.
En su discurso de proclamación, Rosell ha asegurado que comienza el mandato «decepcionado con algunos, muy pocos, y agradecido con la muy inmensa mayoría», y ha criticado a los que «hacen mucho ruido y entienden la CEOE como una propiedad privada particular y están a favor de los intereses particulares y no generales».
Al término de la asamblea, Rosell ha admitido la existencia de un documento que dice «las mil y una» respecto a su persona y sobre su gestión y, ha añadido que, aunque da por buenas las palabras de Garamendi, que se ha desvinculado del documento a modo personal, ha lamentado que no lo haya hecho en público.
El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ha pedido una reflexión tras los resultados, ha dicho sentirse muy apoyado por las pymes y ha asegurado que se ha puesto a disposición de Rosell, a quien ha transmitido su lealtad.
Para Rosell «no es ético confundir mentiras y calumnias con informes que recogen datos cobardes para distorsionar los hechos y las instituciones».
«Que nadie se lleve a engaños», ha dicho Rosell que al tiempo ha asegurado que la ética seguirá siendo su norte, de integración, de compromiso personal, de responsabilidad social, en definitiva, «un espejo de conductas transparentes, sin ninguna sombra».
También ha asegurado que abordará la gestión de la organización con «gobernanza y transparencia» y que huirá de las «ocurrencias e improvisaciones» y utilizará planteamientos «claros y concretos».
De cara a los próximos cuatro años, Rosell ha avanzado que es necesario seguir con «las reformas y el equilibrio presupuestario», y ha subrayado «no pagar la deuda parece una ocurrencia no meditada» y es «muy grave decirlo», en alusión a las propuestas en materia económica planteadas por Podemos.
«Las reformas son la única opción de futuro», ha constatado Rosell, si bien se ha mostrado partidario de llevarlas a cabo «con mayor intensidad, mejor hechas y más rápido que nuestra competencia, los países vecinos europeos».
En clara referencia a la cuestión catalana, Rosell ha indicado que «parece contradictorio poner fronteras cuando el objetivo es Europa», para después añadir que el foco debe estar en un mercado único europeo.
En cuanto al mercado laboral, ha recordado que ahora la economía se enfrenta al crecimiento económico, la creación de empleo -"aunque los millones de parados pesan como una losa"- y el nacimiento de empresas, «ahora pequeñas pero que se convertirán en medianas y en grandes».
Y es que, ha apuntado, la CEOE representa a 1,8 millones de empresas y a 3 millones de autónomos y profesionales.
Ha añadido que cuenta con experiencia y participación en compañías de muy distintos tamaños, algo que le «ayuda a sentir todas las inquietudes y sensibilidades, desde los más pequeños hasta los más grandes».
Rosell ha optado por «seguir simplificando todas las administraciones (local, autonómica, estatal y europea) para «ganar eficiencia», al tiempo que ha abogado por controlar el gasto y realizar evaluaciones en los ámbitos de la sanidad y educación.
En este proceso electoral, Rosell llegó a presentar 304 avales, lo que fue interpretado como una exhibición de fuerza que contrastaba con la estrategia de Garamendi, que tan sólo presentó los 25 avales mínimos requeridos para poder concurrir.
La Junta Directiva está convocada para el 14 de enero y Rosell ha asegurado que «ya está nominada, no habrá cambios».
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