Un piragüista rema por las calles del casco viejo de Tudela, coincidiendo con la máxima crecida del Rio Ebro, donde se han inundado las calles de la ciudad. | Joan Sitges

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La crecida del río Ebro ha pasado por Navarra, donde ha causado una inundación histórica esta madrugada, con unas 20.000 hectáreas afectadas pero sin causar daños personales, y se encuentra ya en Aragón con gran caudal y mucha fuerza pero con una intensidad algo menor de la esperada.

La riada extraordinaria, según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), ha sido fruto de las precipitaciones registradas desde el pasado miércoles, unidas a la fusión de la nieve, en el extremo más septentrional de la cuenca, y que ha sido especialmente intensa en los ríos navarros.

La punta de la crecida del Ebro ha pasado por Castejón y Tudela y ha llegado este mediodía con una intensidad «algo menor» de la esperada a Novillas (Zaragoza), el primer pueblo que se encuentra en su entrada en Aragón, donde el río llevaba un caudal de 2.400 metros por segundo y alcanzaba los 7 metros.

El agua ha entrada en el casco urbano de Novillas y ha anegado ya unas 1.500 hectáreas de terreno, pero también ha afectado a una veintena de casas, según el alcalde, José Ayesa, quien ha descrito que en el pueblo están «en el filo de la navaja».

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la punta de la riada del Ebro llegará a Zaragoza en la madrugada del domingo con un caudal de entre 2.000 y 2.200 metros cúbicos por segundo, que se mantendrá aproximadamente durante 48 horas.

Desde el ayuntamiento de la capital aragonesa están convencidos de que la crecida puede ser perfectamente asumida en la ciudad, acostumbrada a resolver estas avenidas.

A las 17.00 horas de este viernes, el Ebro en Zaragoza llevaba un caudal de 1.733 metros cúbicos y alcanzaba una altura de 4,71 metros.

La situación en general en la ribera media del Ebro está calmada, según fuentes del Gobierno de Aragón, que apuntan que el único peligro puede darse en la protección de Boquiñeni, donde la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha colocado barreras de contención, municipio que hoy ha sido visitado por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi.

No obstante, los técnicos son optimistas y piensan que la mota de contención está aguantando «francamente bien».

Desde el ejecutivo autonómico apuntan que al margen del desalojo preventivo de ayer de la residencia de ancianos del barrio rural de Monzalbarba, en Zaragoza, y de la urbanización Torre Urzáiz, en Movera, otro barrio rural de Zaragoza, esta mañana, no está previsto evacuar a más vecinos en otras zonas.

En el caso de Navarra, donde «lo peor ha pasado» según el consejero de Interior, Javier Morrás, habrá que evaluar ahora el efecto de la crecida en los municipios de Fustiñana, Ribaforada y Cortes, en el límite con Aragón.

El Ebro en Castejón ya está con tendencia descendente, puesto que a las 13.00 horas discurría con 2.093 metros cúbicos por segundo y una altura de 7,38 metros cuando la pasada noche llegó a los 2.400 metros cúbicos por segundo y los 7,80 metros de altura. Durante la noche ha estado cortada la Autopista de Navarra, que une Aragón con Pamplona.

El peor escenario posible se ha registrado en Tudela, donde el agua ha alcanzado un metro de altura en las calles del centro, haciendo necesario que Bomberos y Protección Civil tuvieran que evacuar a varios vecinos con una lancha. El agua ha inundado las dependencias de la Policía Local.

La avenida ha afectado también a campos de Arguedas, Valtierra, Cabanillas, Cadreita y Milagro.

La Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) ha calificado de «históricas» las inundaciones, con unos daños que rondarán el millón de euros sin contar infraestructuras, parcelas «llenas de piedras» y el lucro cesante por el tiempo que tardarán en poder trabajarlas de nuevo.

De hecho, las organizaciones agrarias integradas en COAG Valle del Ebro (de Aragón, Álava, La Rioja y Navarra) han convocado una reunión de trabajo la próxima semana para poner en común de los daños producidos y pedir que las zonas con inundaciones recurrentes cuenten con líneas específicas de ayudas para paliar los daños que estas producen.

También el Gobierno de Navarra ha solicitado al central que los daños ocasionados por las inundaciones se incluyan en las ayudas que ya se pidieron con motivo de las avenidas de enero y que se acometa la limpieza «inmediata» del cauce, reivindicación que también se lanza con fuerza desde Aragón.

Por su parte, los ríos Urumea y Oria en Guipúzcoa, y el Zadorra, en Álava, que en los últimos días se habían desbordado en distintos puntos por las intensas lluvias, empiezan a dar una tregua a los afectados de las zonas anegadas en el País Vasco tras recuperar esta madrugada el «nivel verde» en algunas zonas.