Dos personas miran las pantallas de información del aeropuerto de Son Sant Joan. | Pilar Pellicer

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Los controladores aéreos viven este domingo su cuarta y última jornada de paros parciales, cuya tónica general es de «normalidad operativa», «sin ningún tipo de incidentes» en el espacio aéreo español -donde se prevén 5.600 operaciones-, al igual que ha sucedido pasados 8, 10 y 12 de junio.

Los paros han sido promovidos por la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) como medida de rechazo a la decisión de Enaire, empresa gestora de navegación aérea en España, de suspender un mes de empleo y sueldo a 61 compañeros del centro de control de Barcelona por el cierre del espacio aéreo en diciembre de 2010.

Los paros se han secundado en periodos de dos horas en los turnos de mañana y tarde, de 10.00 a 12.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas, sin que se produjeran retrasos o cancelaciones en el espacio aéreo y los aeropuertos españoles en ninguna de las cuatro jornadas de protesta, y cumpliéndose los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento.

Enaire preveía un total de 22.200 movimientos en el espacio aéreo español en el conjunto de los cuatro días de huelga, de los que 5.300 se correspondían con los paros -2.800 con el turno de la mañana y 2.500 con el de la tarde- y, por tanto eran susceptibles a verse afectados.

Sin embargo, el tráfico aéreo y la actividad aeroportuaria en España no han sufrido alteración alguna por esta huelga, lo que el sindicato explica por unos servicios mínimos «abusivos» y que suponen «la vulneración del legítimo derecho a la huelga de los controladores».

Fomento los fijó en un 70 %, pero USCA denuncia que, en realidad, en primeras jornadas se respetó el derecho de huelga exclusivamente de los controladores que no desarrollaban actividades directamente operativas, ya que para los que sí lo hacían, los servicios mínimos fueron del 99 %.

Enaire ha aplicado el 70 % al conjunto de las cuatro jornadas de paros (a 2.478 trabajadores de un total de 3.492 programados), en proporciones diferentes en cada una de ellas.

En las tres primeras, los servicios mínimos se situaron entre un 64,6 % y un 67,4 %, mientras que este domingo, cuando no trabaja el personal administrativo, ascienden al 89,9 % (621 personas de los 691 programadas).

Ante el llamamiento de la ministra de Fomento, Ana Pastor, a la responsabilidad de los controladores y a que dialoguen con la empresa en aras de la estabilidad del sector aéreo, USCA ha reiterado su disposición a negociar con Enaire para llegar a acuerdos que permitan normalizar la situación.

De hecho, el pasado 11 de junio se celebró una reunión que concluyó sin un acercamiento de posturas entre ambas partes, por lo que los controladores mantuvieron la movilización.

El sindicato pide a Enaire la retirada de las sanciones, que resultan «especialmente incomprensibles» después de que las diligencias judiciales llevadas a cabo en veinte juzgados de toda España hayan rechazado la responsabilidad penal de los controladores.

Con el cierre definitivo de la causa penal en Málaga el pasado 26 de mayo, sólo continúan en trámite las diligencias previas seguidas en los juzgados de Madrid y Palma de Mallorca.

Además, Enaire se niega a readmitir al controlador de Santiago de Compostela Marco Antonio Enríquez, despedido por los sucesos de 2010, que, según auto judicial, «están basados en hechos irreales», lamentan desde el sindicato.

USCA considera «inadmisible» que la empresa siga negándose a readmitir al controlador despedido hace ya cuatro años, una vez que los tribunales penales «han desmontad» los argumentos en que la empresa fundamentaba su decisión.