El empresario Jose María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, nacido en Rota (Cádiz) en 1931, fue el creador del holding Rumasa, expropiado el 23 de febrero de 1983 por el Gobierno de Felipe González, alegando un fraude millonario a Hacienda durante años.
Casado con Teresa Rivero, tenía trece hijos, seis varones (Pablo, Alvaro, Alfonso, Javier, Zoilo y José María) y siete mujeres (Begoña, Patricia, Socorro, Rocio, Nuria, Paloma y Almudena).
A partir de la expropiación del grupo, integrado por unas 230 empresas y 65.000 empleados, se inicia una larga lucha judicial y personal entre Ruiz-Mateos y el Gobierno, con episodios rocambolescos, como el famoso puñetazo a Miguel Boyer en mayo de 1989, ministro de Hacienda en esa época. El incidente, con la famosa frase del empresario 'te pego, leche', se produjo a la salida del juzgado de instrucción número 7 de Madrid.
Ruiz-Mateos, que presentó una demanda que no frutificó contra el Gobierno solicitando una indemnización, estuvo encarcelado, tras una condena por evasión de divisas, fraude y apropiación indebida.
Después de su paso por la cárcel, Ruiz-Mateos volvió a la vida pública, se convirtió en propietario del Rayo Vallecano (1991) y constituyó un partido político (Agrupación Ruiz-Mateos), con el que fue elegido diputado al Parlamento Europeo.
Además, creó un nuevo holding, Nueva Rumasa, con aproximadamente 16.000 trabajadores. El 17 de febrero de 2011, diez empresas de Nueva Rumasa (Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Quesería Menorquina y Rayo Vallecano) se acogieron al procedimiento especial concursal y Ruiz-Mateos fue denunciado por estafa en la compra de dos hoteles en Mallorca.
Según la Audiencia Nacional, la familia Ruiz-Mateos había utilizado el dinero de Nueva Rumasa para capitalizar sus sociedades patrimoniales, que son las que les permiten mantener su «alto nivel de vida».
El 25 de enero de 2012, al empresario jerezano le retiran el pasaporte, sin poder salir de España, y con la obligación de personarse en el juzgado cada dos semanas por una acusación de estafa de 7,3 millones de euros en la compra de dos hoteles en Mallorca.
SALUD MUY DETERIORADA
Durante los últimos años, el patriarca de la familia Ruiz-Mateos, de 84 años, ha visto deteriorada su salud. De hecho, el pasado 18 de junio, Ruiz-Mateos ingresaba en el hospital madrileño Gregorio Marañon de Madrid por un empeoramiento de su salud tras pasar su primera noche en la cárcel Soto del Real por una orden judicial.
Ocho días despues, el 26 de junio, el empresario jerezano fue puesto en libertad por resolución del juez ante el deterioro de su estado y los síntomas de Parkinson acreditados por un informe médico, según indicaba su abogado Marcos García-Montes.
La excarcelación se produjo en respuesta a una petición del equipo jurídico del abogado, que había recurrido el decreto de prisión y solicitado la suspensión de la pena ante la «enfermedad muy grave con padecimientos incurables» de su defendido. Según varios informes, presentaba un deterioro de su habilidad cognitiva y funcional.
A mediados de agosto, Ruiz-Mateos sufrió una caída en el Puerto de Santa María (Cádiz), que le provocó una fráctura de cadera, cuya operación se complicó con una neumonía, que le tuvo ingresado en los últimos días en un hospital gaditano.
Sobre el empresario jerezano pesaban varias acusaciones de estafa, insolvencia punible y fraude a la Hacienda pública, en las que también estaban implicados varios de sus hijos.
De hecho, el pasado 28 de abril, el juez de Penal número 1 de Valladolid le citó a declarar por un fraude fiscal de ocho millones presuntamente cometido por el empresario y uno de sus hijos, José María Ruiz Mateos Rivera, un juicio al que no acudió al encontrarse ingresado en la Fundación Jiménez Díaz por problemas de salud.
PAGARES DE NUEVA RUMASA
Dos meses antes, el juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid condenó al empresario y a su hijo Francisco Javier a abonar más de 92 millones de euros a los acreedores de la sociedad José María Ruiz Mateos, principal emisor de los pagarés de Nueva Rumasa.
Dicho juzgado declaraba culpable el concurso de la sociedad y responsables al padre y al hijo, a los que condenaba a que abonaran el déficit patrimonial de la empresa.
En dicha sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se absolvía al empresario Angel de Cabo y a su segundo Ivan Losada, ya que la despatrimonialización de la compañía fue anterior a su entrada en la misma, al tiempo que se absolvía al sobrino de Ruiz Mateos, Zoilo Pazos, por ser solo el administrador de derecho y no de hecho, que eran los Ruiz-Mateos.
De esta forma, la deuda de más de 92 millones de euros que tenía que afrontar el empresario jerezano y su hijo se sumaba a otra de más de 123 millones de euros que el patriarca de los Ruiz Mateos tiene que abonar a los acreedores del grupo Trapa, perteneciente al entramado de Nueva Rumasa.
A principios de este año, dos de los hijos varones de Ruiz-Mateos (Javier y Alvaro) ingresaron en la prisión madrileña de Navalcarnero tras ser condenados a dos años y nueve meses de prisión y al pago de una multa de 1,8 millones de euros por el impago del IVA correspondiente a la venta de un hotel en Peñíscola (Castellón) y transferir parte del importe de la operación a una cuenta suiza de una sociedad perteneciente a la familia y radicada en el paraíso fiscal de Belice.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.