Cuatro personas han sido detenidas esta madrugada en una operación conjunta hispano-marroquí contra el terrorismo yihadista, tres de ellas en Ceuta y la cuarta en Nador (Marruecos) que se encargaban de reclutar y enviar combatientes a las filas de la organización terrorismo DAESH en Siria e Irak, así como de captar adeptos dispuestos a atentar en España o Marruecos. | Efe

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La Policía Nacional, en colaboración con la marroquí, ha desarticulado una célula de captación y adoctrinamiento de menores ceutíes para sumarse a las filas de la organización terrorista Dáesh, y ha detenido a cuatro personas, tres de ellas en la ciudad autónoma y otra en Nador (Marruecos).

El Ministerio del Interior informa en un comunicado de estas detenciones, que han permitido la neutralización de esa célula en una operación que, en el caso de Ceuta, se ha iniciado a primeras horas de la mañana tanto en la barriada del Príncipe como en la de Cortijo Moreno.

Uno de los dirigentes de esta célula recibió formación militar en Afganistán hasta 2002, cuando fue detenido e internado posteriormente en Guantánamo, y los investigadores consideran que precisamente por esa instrucción, el grupo era aún más peligroso.

De hecho, según Interior, los detenidos tenían «la decidida voluntad y la plena disposición de realizar acciones terroristas en territorio español».

Para ello, habían gestionado una serie de contactos en su entorno con el objetivo de adquirir armas y sustancias para fabricar explosivos.

Otro de los arrestados, al que Interior destaca por su papel «carismático y doctrinal» entre la comunidad radical islámica, estaba decidido a llevar hasta el extremo su compromiso con el Dáesh, convirtiéndose en un mártir como ya hiciera su hermano, que falleció en un ataque suicida en Siria.

Los arrestados habían establecido en Ceuta y en Marruecos una infraestructura de captación, adoctrinamiento, radicalización y envío de yihadistas.

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Así, una de las viviendas y un local comercial que regentaba uno de los detenidos servían para celebrar las reuniones clandestinas de la célula, donde se instruía a los adeptos en las medidas de seguridad que debían adoptar.

Entre otras, la vigilancia en las zonas de reunión, realizar estos encuentros a altas horas de la madrugada o evitar las comunicaciones telefónicas, utilizar mensajes y lenguaje en clave o cifrado.

Todas ellas medidas que el propio Dáesh difunde a sus adeptos para no ser detectados por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

La utilización de Internet, de las redes sociales y de blogs terroristas restringidos constituía una parte importante en la actividad del grupo, en los que ejercían una «intensa labor de apología» del Dáesh, además de utilizarlos como medio de información y comunicación.

Como han podido comprobar en las pesquisas los agentes, las acciones terroristas cometidas por el Estado Islámico eran asumidas como propias por los detenidos, que se identificaban como «compañeros» de los autores.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y de la DGST de Marruecos y, por parte española, está dirigida por el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional y coordinada por la Fiscalía de ese tribunal.

Con las tres detenciones en Ceuta, son ya nueve los detenidos en España acusados de vinculación con el terrorismo yihadista en lo que va de año.

El 7 de febrero, seis personas fueron arrestadas en las provincias de Alicante, Valencia y Ceuta, como supuestos integrantes de una célula que enviaba armas, material militar y dinero a organizaciones terroristas en Irak y Siria, como Jahbat al Nusra y Estado Islámico, disimulado como ayuda humanitaria.