En declaraciones a los periodistas realizadas en Jabugo (Huelva), De la Calle ha afirmado que el ciberacoso «es algo que nos ocupa y nos debe preocupar enormemente» por lo que se ha establecido un protocolo «que no lo hemos hecho en la soledad del corredor de fondo» de una sola consejería, sino que se ha hecho junto con la de Justicia, Igualdad, Bienestar Social, el Instituto Andaluz de la Juventud, el Defensor del Pueblo, la Policía y en definitiva «con todos los que tenían algo que aportar y es lo que hemos puesto en valor».
Una de las medidas que se aprecia en este protocolo es el hecho de requisar el móvil «pero no por el hecho de requisarlo, sino por poder capturar aquel conjunto de imágenes y conversaciones tanto del acusado como de los acosadores e incluso si fuese necesario testigos pasivos que han sido receptores sin poner ningún aviso de que están recibiéndolo».
De la Calle ha señalado que en el ciberacoso hay «muchos elementos en juego por lo que incluso el pasivo es culpable de no haber denunciado el caso o haber tomado medidas».
La consejera ha afirmado que se trata de un protocolo que «reúne las máximas garantías para ponerse en aplicación y para tomar medidas correctoras» a lo que ha añadido que «desde el primer momento en el que se recibe la denuncia hay una atención psicológica que mejora ya el estado anímico de la persona acosada» y a partir de ahí «se toman medidas en positivo para todos los que hayan participado en este hecho».
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