El expresidente de la Generalitat Artur Mas (c), la exvicepresidenta Joana Ortega (d), y la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau (i), posan momentos antes de la rueda de prensa. | QUIQUE GARC

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El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha afirmado que todos los que le querían apartarle de la política estarán «tremendamente satisfechos», ya que no podrá presentarse a unos comicios en los próximos dos años.

El expresidente catalán ha sido inhabilitado para ser elegible en los dos próximo años, por lo que ha descartado ser candidato electoral en ese periodo por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por la consulta del 9N.

Es una entrevista en la cadena 8tv, junto a las exconselleras Irene Rigau y Joana Ortega, también inhabilitadas, Mas ha dicho: «Todos aquellos que me querían apartar del mundo político estarán tremendamente satisfechos porque durante dos años no me presentaré a ningún tipo de elección».

Ortega ha afirmado que está «indignada» con el fallo, mientras que Rigau ha parafraseado parte del contenido de la sentencia y ha ironizado con que quizás no eran «suficientemente inteligentes» para ocupar el cargo.

Recurso

Mas afirmó que recibe la sentencia condenatoria por el 9-N con «plena serenidad y disconformidad» y avanzó que la recurrirá hasta «las últimas instancias europeas» tras pasar por el Supremo, aunque «no se arrepiente de nada» y volvería a organizar el 9-N.

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Mas compareció en rueda de prensa en la sede del PDeCAT junto con las otras dos condenadas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau; el presidente catalán, Carles Puigdemont; el portavoz en el Congreso, Francesc Homs, y otros dirigentes del partido, todos ellos con una chapa en la solapa con el lema «Ho tornaria a fer».

El expresident Mas afirmó que en el Estado «se persigue y combate por tierra, mar y aire a la gente por sus ideas», y denunció que «la ley no es igual para todos» porque, a su juicio, el Gobierno ha desobedecido sentencias del Tribunal Constitucional y no ha sido condenado. En esta línea, el líder del PDeCAT denunció que el Gobierno central se ha pasado «por el forro» sentencias del Constitucional y «ni los han llamado».

Al lado de una urna de cartón como las que se utilizaron para el 9-N, Mas denunció que el Estado tiene una «democracia amputada», por lo que dejó claro que el recorrido judicial no acabará en el Supremo, «sino en Estrasburgo, en el corazón de Europa», ya que acudirán hasta «las últimas instancias europeas».
Mas hizo una comparación entre las posibilidades de repetir un referéndum en Escocia y el caso catalán, e incidió en la «brutal» diferencia entre «una democracia de calidad –la del Reino Unido– y una democracia de segundo orden –la española–».


El expresidente catalán pidió «firmeza y determinación» a los soberanistas y afirmó que, pese a tener una condena que aún no es firme, no están «de rodillas» sino «de pie» ante el Estado. «Volveríamos a hacer exactamente lo que hicimos, no nos arrepentimos absolutamente de nada, somos demócratas», expresó Mas, que subrayó que su deber era «escuchar a la gente» y «obedecer el mandato del pueblo» a favor de una consulta soberanista.

Afirmó que recoge la sentencia «con plena serenidad y disconformidad», porque es un fallo que «no tocaba» y que está «cogido con fórceps». Mas, que siguió la lectura del fallo desde la sede del PDeCAT, agradeció las muestras que de apoyo que han recibido él y el resto de procesados.


Por su parte, Ortega afirmó que no se siente «condenada» y añadió que lo que le preocuparía es que el pueblo de Catalunya la condenara. Rigau recalcó que, pese a que se haya reducido la pena inicial, sigue siendo «grave» que los inhabiliten a los tres por «dar cumplimiento» al mandato del pueblo».