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Los miembros de la cúpula del PP que han estado este sábado en el Congreso Nacional de Nuevas Generaciones han coincidido en defender la honradez de la mayoría de sus miembros, a pesar de admitir haber sentido «vergüenza» esta semana en la que ha ingresado en prisión el expresidente madrileño Ignacio González.

El caso del Canal de Isabel II ha empañado inevitablemente el cónclave de la organización juvenil del PP que ayer inauguró el presidente del partido, Mariano Rajoy, y por el que han pasado en esta segunda jornada la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la mayoría de vicesecretarios y el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, que esta tarde clausura el congreso.

Todos han hecho, de una forma u otra, referencia a la corrupción en esta cita en la que Nuevas Generaciones ha renovado su dirección y elige esta tarde como presidente al gallego Diego Gago, que releva en el cargo a la andaluza Beatriz Jurado.

María Dolores de Cospedal ha hecho una férrea defensa del conjunto del partido y ha advertido de que los 'populares' no piensan consentir que el «comportamiento de algunos» se trate de aplicar o atribuir «a todo el PP».

Cospedal ha admitido que los casos de corrupción en los que se ven implicados miembros del partido «avergüenzan a todos» en el PP.

Pero también ha querido recalcar que es cuando gobierna el PP «cuando se investigan y castigan los casos de corrupción, los cometa quien los cometa».

«Que no os cuenten otras historias, claro que estamos ofendidos, los primeros nosotros», ha señalado Cospedal al referirse a la corrupción.

Pero ha añadido que «más allá» de que los 'populares' tengan que pedir perdón, como ya han hecho muchas veces por el comportamiento de algunos, no van a consentir que haya quien los quiera atribuir a todo el PP.

«De ninguna manera, este es el partido que trabaja para España», ha dicho Cospedal, quien además ha considerado que el PP sigue siendo «el partido preferido» de los españoles.

El dirigente que de forma más directa ha recordado el caso madrileño ha sido Javier Maroto, y lo hecho para poner en valor la actuación de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes.

Maroto ha subrayado que si esta semana se han conocido «cosas que se han hecho mal» ha sido porque Cifuentes «ha dicho 'hasta aquí hemos llegado'» y ha sido una «valiente».

«Afortunadamente hay muchos valientes en el PP», ha continuado Maroto, quien ha defendido «depurar desde dentro» y ha subrayado que ante los casos de corrupción sólo se pueden decir dos palabras: «Tolerancia cero», aplicable a «sea quien sea el afectado».

Y tras reconocer que es «duro» salir a una tribuna esta semana en la que los 'populares' han pasado «vergüenza», ha insistido en que es fundamental la honradez en política.

Javier Arenas ha pedido a los jóvenes del PP que ayuden «en estos tiempos tan difíciles» a «recuperar el prestigio de la política».

Ha recordado el veterano dirigente 'popular' que cuando entró en política se consideraba «una honra» hacerlo. Ahora, ha lamentado, se está produciendo una «degradación» que hay que afrontar «desde la máxima regeneración».

Arenas ha puesto en valor la actividad política y especialmente la labor de «los miles de concejales que hay en España trabajando 24 horas al día sin cobrar un euro» y que son «lo mejor de la política».

«No podemos aceptar que haya una descalificación global de la política», que es «imprescindible y necesaria», ha dicho.

Mientras, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha subrayado «en España no existe la impunidad, y en este partido tampoco».

Ha admitido Casado que están todos «avergonzados», pero ha insistido en «desligar» a quienes cometen actos de corrupción del conjunto del partido.

Por todo ello ha animado a los jóvenes de NNGG a salir de este congreso «pisando fuerte y con la cabeza muy alta» y «reclamando el orgullo de ser del PP».

Ninguno de los dirigentes ha hablado de forma explícita del caso Canal, ni de Ignacio González ni de Esperanza Aguirre, en estos momentos en los que tanto se especula sobre si la portavoz municipal en Madrid, que fue la que tuvo como mano derecha a González, debería seguir en el cargo. Un asunto sobre el que ninguno ha querido entrar.