Un vehículo de la Policía Nacional se dirige al registro efectuado este martes en la segunda vivienda del expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell. | Efe

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El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell ha negado este miércoles ante la Guardia Civil que haya cobrado comisiones ilegales por los derechos audiovisuales de la selección brasileña de fútbol y ha mantenido que todos los beneficios que obtuvo con esos negocios eran regulares.

Según fuentes cercanas al caso, Rosell, asistido por su abogado Pau Molins, ha sido interrogado la mañana de este miércoles por los agentes de la Guardia Civil que lo investigan por blanquear presuntamente 15 millones de euros procedentes de comisiones ilegales obtenidas mediante la venta de derechos audiovisuales de la selección brasileña, que después ocultó supuestamente en Andorra.

En su declaración, Rosell ha mantenido que todos los beneficios que obtuvo en las operaciones vinculadas a la selección brasileña eran legales y correspondían a labores de intermediación regulares, por lo que, según su abogado, no existiría el mencionado delito de blanqueo de capitales.

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El abogado de Rosell aseguró, además, que la cuenta que el expresidente del Barcelona tenía en Andorra ya está regularizada e insistió en que las autoridades españolas están al corriente de esa situación.

Rosell y los tres supuestos testaferros detenidos este martes han sido trasladados esta tarde a Madrid, con la intención de que este jueves comparezcan ante la titular del juzgado de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que dirige la investigación.

También está citada a declarar ante la magistrada como investigada Marta Pineda, esposa de Sandro Rosell, que este martes también fue detenida y asistió al registro de la lujosa segunda residencia que el matrimonio tiene en Corsá (Gerona).

La operación de este martes, coordinada por la Guardia Civil y la Policía Nacional, deriva de una querella que la Fiscalía presentó ante la Audiencia Nacional contra Rosell, al que los investigadores sitúan al frente de la trama de blanqueo de capitales junto a Ricardo Teixeira, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).