Según han informado fuentes de la Audiencia Nacional, el magistrado ha tomado hoy declaración a estos dos hombres, detenidos ayer, y les ha enviado a prisión sin fianza por un delito de amenazas terroristas, siguiendo con el criterio de la Fiscalía.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de junio en medio de un registro policial en el marco de la denominada Operación Malassa, cuando los dos jóvenes, B.M.L. y S.M.M., profirieron amenazas a los agentes de la Guardia Civil afirmando, entre otras cosas, que los degollarían porque ellos, a diferencia de los cristianos, no tienen miedo a la muerte, han indicado fuentes jurídicas.
Uno de los arrestados está además en libertad provisional en espera de ser juzgado como procesado por un delito de integración en organización terrorista.
Los guardias civiles y funcionarios judiciales que recibieron las amenazas estaban registrando en Melilla la vivienda de un ciudadano de 40 años, natural de Marruecos, acusado de tener relación con estructuras de captación y reclutamiento de grupos terroristas como el Dáesh y AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico).
En ese momento, los jóvenes, además de proferir las amenazas de muerte, gritaron consignas a favor de los postulados de la ideología yihadista, informó ayer el Ministerio del Interior.
Esta investigación la lleva la jueza Carmen Lamena, titular del Juzgado 3 de la Audiencia Nacional, a quien ha sustituido hoy García Castellón.
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