El ministro de Interior belga, Jam Jambon, llamado al orden por pronunciarse sobre Puigdemont. | Efe

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El viceprimer ministro belga y responsable de la cartera de Exteriores, el liberal francófono Didier Reynders, ha llamado este lunes al orden al titular de Interior, el nacionalista flamenco Jan Jambon, por criticar el proceso judicial abierto contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y su Govern, al tiempo que le ha pedido no «inmiscuirse» y «dejar hacer a la Justicia».

«Creo que hay que dejar hacer a la Justicia y dejar de pensar que vamos a tener una influencia real en lo que pasa en España», ha indicado Reynders en declaraciones a la cadena RTL y recogidas por Europa Press, al ser preguntado por si teme que las últimas declaraciones de Jambon y otros miembros del partido nacionalista flamenco N-VA tensen las relaciones con España.

También ha advertido de que el interlocutor de Bélgica es España y que él personalmente mantienen contactos regulares y «directos» desde la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.

«Lo primero es conservar el diálogo», ha apuntado, porque es con el Gobierno español con quién el Ejecutivo belga trabaja y colabora en muchos asuntos europeos.

«Existe una exaltación en Bélgica en torno al caso que supera los límites de lo razonable. He visto a muchas personas inmiscuirse en el dossier cuando no tienen nada que decir», ha añadido, sobre las órdenes europeas de detención y extradición emitidas por la Audiencia Nacional contra Puigdemont y los cuatro exconsellers que el acompañan en Bruselas.

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Jambon criticó el domingo la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy al desafío independentista y se preguntó «qué han hecho mal» los miembros del exGovern para ser encausados, si se han limitado a «seguir el mandato» de sus electores.

El ministro de Interior hizo estas declaraciones coincidiendo con el arresto de Puigdemont y los exconsellers en Bruselas para prestar declaración durante varias horas ante el juez de instrucción, que finalmente les dejó en libertad con medidas cautelares mientras se resuelven las euroórdenes.

Reynders ha recalcado que se trata de un asunto judicial que «concierne sobre todo a España», aunque haya «quienes en Bélgica crean tener influencia» en la evolución del caso.

«Hay que dejar hacer a la Justicia, a la belga y la española, para que hagan su trabajo», para después añadir sobre el fondo del debate de la independencia de Cataluña que es una discusión que debe tener lugar «en España», entre Madrid, Cataluña y también otras autonomías que «tienen algo que decir», pero que no corresponde a Bélgica pronunciarse.

«Cuando pasamos un tiempo enorme a reorganizar el Estado en Bélgica no preguntamos a los países vecinos lo que debemos hacer», ha zanjado.