El nuevo jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferrán López, y otros 3 miembros del Cuerpo -dos de antidisturbios y otro de la Comisaría de Barcelona- han respaldado la versión del exmayor Josep Lluís Trapero sobre su intervención para facilitar la salida de la comisión judicial durante el asedio en la Consellería de Economía.
Los cuatro han prestado declaración como testigos ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que les citó a petición de la defensa de Trapero en el marco de la causa en la que investiga por sedición a los involucrados en el referéndum del 1-O y el proceso de secesión en Cataluña, entre ellos al huido expresidente catalán Carles Puigdemont.
Según fuentes presentes en la declaración, López y los tres agentes, sin aportar documentación alguna, han ratificado la versión de Trapero, consistente, fundamentalmente, en que se abrió un pasillo para la salida de la comisión judicial que finalmente no se pudo utilizar cuando estaba previsto.
También han añadido que era inviable acudir en coche como les sugirió la Guardia Civil debido a la gran cantidad de gente que se agolpó frente a la sede de la Consellería desde primeras horas de la mañana del 20 de septiembre, convirtiéndose en un asedio de miles de personas que finalizó de madrugada y con tres vehículos del instituto armado destrozados.
Lamela dejó en libertad a Trapero tras tomarle declaración como investigado el 16 de octubre, el mismo día en que envió a prisión a los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y al de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, a los que se atribuye una participación activa en el asedio a la Guardia Civil.
No obstante, sobre Trapero pesan medidas cautelares como comparecencias quincenales, retirada de pasaporte, prohibición de salir de España y fijación de domicilio y teléfono en el que estar localizado.
La juez tomó esta decisión al considerar que la actuación de Trapero ante el asedio a la Guardia Civil «no aparece todavía suficientemente perfilada hasta el punto de poderle vincular en este momento a hechos tan graves como los que esos días sucedieron, sin perjuicio de lo que pueda determinarse en una fase más avanzada de la investigación».
En el auto en el que acordó su puesta en libertad, la juez recoge la versión exculpatoria ofrecida por Trapero el día que declaró, fundamentalmente que abrieron «los pasillos para los detenidos y para la salida de la comisión judicial, que luego no fueron utilizados en los momentos en que estaban previstos».
Añadió además que no actuaron contra los concentrados «al estimar que, dado su volumen, ello podría haber generado una grave alteración del orden público sin consecuencias prácticas».
La juez consideró que esta versión estaba corroborada con la de otros testigos que aseguraron que «se fueron enviando unidades de mediación de Mossos y también agentes de escolta».
Estos fueron los que acompañaron a la letrada de la comisión judicial a su salida de la Consellería, y que tuvo que realizarse por la azotea para llegar a otro edificio en el que hay un teatro, saliendo finalmente camuflados entre el público.
Un teniente de la guardia civil que testificó ante Lamela aseguró además que a partir de las 11 de la mañana era ya imposible desalojar debido al número de personas, prolongándose el asedio hasta la madrugada del día siguiente
Pese a no poder vincularle aún con ese asedio, la juez sigue investigando a Trapero porque, a su juicio, existen elementos que vinculan a Trapero con la estrategia independentista como es el contenido del documento EnfoCat hallado en el domicilio del 'número dos' de la Consejería de Economía, Josep María Jové Lladó, arrestado en la operación policial del 20 de septiembre.
1 comentario
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Pero que le van a preguntar a este secuaz si es su mano derecha, como al iluminado de Zoido poniendolo al cargo de los mossos este es también parte de esta conspiración .......