El presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández, ha lamentado el cambio de tendencia que se ha producido en el pasado año escolar, en el que se ha registrado un repunte de los supuestos, hasta los 2.249, y se han cuadruplicado las agresiones físicas y amenazas de alumnos a sus profesores, que han pasado del 3 al 12 por ciento.
«Hay un incremento preocupante al que conviene poner remedio», ha apuntado Fernández, que ha subrayado que entre las llamadas de los docentes a este servicio del Defensor del Profesor, un 70 por ciento ha padecido episodios de estrés y ansiedad, llegando a la baja laboral un 9 por ciento, que «no solo dañan al profesor, sino también al resto de la comunidad educativa».
El informe pone de relieve que la violencia contra los profesores no es una cuestión de Secundaria, sino que se da con la misma frecuencia en los centros de Primaria, en una proporción del 42 por ciento de los casos en ambas etapas, mientras que existe un 7 por ciento en Educación Infantil.
En cuanto a la tipología de los casos, ANPE destaca también no solo las agresiones físicas de alumnos a sus profesores o maestros, sino también en los relativo a los compañeros, ya que ha crecido en un punto porcentual hasta el 19 por ciento los problemas con la administración educativa y en dos puntos (28%) los casos de conflictividad con los directores del centro.
Para Fernández Guisado, la principal causa de este repunte de acoso a los profesores se debe a la «inestabilidad» normativa más que a los recortes, aunque estos también «influyen». Según ha explicado, el diseño curricular de la LOMCE ha generado desajustes horarios en el profesorado, que le ha generado conflictos con los jefes de estudio. También ha atribuido esta inestabilidad del pasado curso a la «incertidumbre» sobre las 'reválidas'.
En lo que se refiere a los padres, el documento revela un aumento en las denuncias a profesores del 18 al 19 por ciento o la presión para modificar las notas del 7 al 8 por ciento. En este sentido, la coordinadora de este servicio telefónico del Defensor del Profesor, Crisálida Rodríguez, ha señalado que existe «un antes y un después» del uso de WhatsApp por parte de los padres.
«A veces que a un padre le metan en un grupo de WhatsApp es lo peor que le puede pasar», ha insistido esta experta, que ha alertado de la cantidad de «conflictos» que genera este sistema de comunicación entre los padres y que puede llegar a la situación de intentar cambiar al tutor de sus hijos, cuestionar al docente o incluso pretender desplazar a un alumno con discapacidad de una clase.
Otro de los coordinadores del servicio del Defensor del Profesor, Jesús Niño, ha señalado que el acoso, agresiones y amenazas de alumnos de Primaria y Secundaria a profesores se debe también al ejemplo de sus padres: «Un padre que agrede o amenaza no es una buena referencia. Existe un componente familiar importante».
El presidente de ANPE ha señalado que estos datos sirven para poner en evidencia la «falta de liderazgo» del Ministerio de educación, Cultura y Deporte para desarrollar el artículo 24 de la LOMCE, en lo relativo a la autoridad pública del profesorado. A su juicio, no se puede esperar a que se llegue a un pacto educativo para reforzar la figura del profesorado mientras aumentan los casos de acoso y agresiones a este colectivo.
«No queremos quitarle competencias al Estado, pero sí que ejerza su liderazgo», ha aseverado Nicolás Fernández, que ha reclamado la coordinación de los protocolos de las comunidades autónomas y un registro a nivel estatal de los casos de conflictividad en las aulas. Asimismo, ha lamentado que el ministerio no haya contado con los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación para la elaboración del Plan Estratégico de Convivencia Escolar.
1 comentario
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vaya como cambian las cosas cuando yo era pequeño eran los maestros que usaban la violencia contra el los niños y ahora es al reves como cambia el mundo