«Si este país fuera persona, nos tendrían que haber llevado al diván de un psiquiatra hace mucho tiempo», ha asegurado Grandes antes de participar en un encuentro con estudiantes de Bachillerato, alumnos de la Universitat Popular de València y clubes de lectura en la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu, en el Monasterio de San Miguel de los Reyes de València.
La escritora, autora de la serie «Episodios de una guerra interminable», dedicada a la Guerra Civil Española y a la posguerra, considera que «por desgracia lo que está pasando en nuestro país se venía venir, pero lo veíamos cuatro».
A su juicio, en España hay una especialidad que es la de «los enemigos de la memoria» que dicen que «la memoria es un ejercicio de nostalgia, paralizante, que tiene que ver con el pasado».
En la Transición, ha añadido la escritora, hubo una consigna que era que «para progresar había que olvidar y eludió por completo cualquier clase de debate sobre el pasado de España», y esto llevó a una serie de «disfunciones».
«No es normal que muchos millones de españoles, que no vamos a ser otra cosa que españoles, vean la bandera de su país como una bandera ajena», ni que España sea «una idea de derechas» o un «problema» para la izquierda de este país, ha asegurado.
«Vivimos en una democracia que surge con una fragilidad congénita que impide la simple aplicación de la Ley», ha lamentado, y que ha llevado a situaciones como la vivida en Callosa de Segura «(Alicante) con la retirada de la cruz franquista a los caídos para cumplir la Ley de Memoria Histórica.
También a la de Cataluña, ha añadido, «que no se reconoce y sí se reconoce», y a la «desafección de los ciudadanos hacia los políticos y la falta de confianza con las instituciones», que en su opinión da la sensación de que vivimos en una democracia deficitaria.
Para la escritora, «todo esto se ha originado por la falta de memoria», tiene que ver con la «autoestima» de los españoles y ha abocado a este país «a una existencia miserable».
Grandes ha alertado asimismo de que el siglo XXI se caracteriza por el regreso, en versión 3.0, de «unos demonios que creíamos haber enterrado para siempre», y que han vuelto «enmascarados, lo que hace especialmente difícil combatirlos».
Entre ellos el fascismo con el acceso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, con mecanismos similares a los que llevaron a Hitler a gobernar.
La escritora se ha referido también al «nuevo machismo», que llega «rearmado y disfrazado de progresismo», con medidas como la anunciada por Apple de que pagará los procesos de congelación de óvulos a sus empleadas, y que a su juicio es más peligroso porque es más difícil desenmascarar y combatir.
4 comentarios
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Democracia ??? jajajaja , si este es el nivel de esta escritora mejor que no opine de política .
El problema es la falsedad de que el franquismo murió en 1975 y la transición fue algo modélico que nos llenó de democracia. El PP NUNCA ha condenado el franquismo. ¿Es eso normal en un país tan democrático como anucia el PP y la casa real? De hecho, ¿Es normal que tengamos un rey impuesto por el dictador? ¿Es normal que, en lugar de dialogos y política, la convivencia la marquen los tribunales? NO SABEMOS SER DEMOCRATAS porque a algunos, los descendientes del franquismo, les interesa que seamos analfabetos políticos. Y votamos con las tripas y NO CON LA CABEZA
No es fragilidad, es una simulacion en diferido .
La izquierda siempre tan antiespaña, así siempre serán irrelevantes..