Cabecera de la manifestación convocada por la plataforma Som Escola, y el sindicato mayoritario USTEC, en defensa del modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana. | Efe

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Unas 8.000 personas, según la Guardia Urbana, han participado en la manifestación convocada en Barcelona en defensa del modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana, que ha sido apoyada por sindicatos educativos, Òmnium Cultural, la Asamblea Nacional Catalana y la mayoría de partidos políticos.

La comunidad educativa, bajo el paraguas de la plataforma Som Escola y el sindicato mayoritario USTEC han convocado esta manifestación a favor del sistema educativo catalán y contra la intención del Gobierno de incluir medidas para que el castellano también sea lengua vehicular en la escuela.

La protesta, encabezada por una pancarta con el lema «La escuela catalana, democrática y cohesionadora, no tiene miedo», se ha iniciado sobre las 17:15 horas en la confluencia de la calle Pau Claris con la Ronda de Sant Pere y ha finalizado en el Parc del Nord.

El punto final lo han puesto las actuaciones del rapero Valtonyc -condenado a tres años y medio de cárcel por delitos como enaltecimiento del terrorismo, amenazas, calumnias e injurias graves a la Corona- o del músico Roger Español, quien perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma de la Policía durante la jornada del referéndum del 1 de octubre.

En la manifestación, que ha arrancado con algo de retraso a causa de la lluvia, han participado el presidente del Parlament, Roger Torrent, y dirigentes políticos de la mayoría de los partidos en el Parlament, excepto Ciudadanos y PPC.

En la cabecera de la marcha han estado presentes representantes de la comunidad educativa, como también Torrent, el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, y el de Òmnium Cultural, Marcel Mauri.

Se ha podido ver asimismo a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; los exconsellers de Educación Irene Rigau y Ernest Maragall (ERC) y dirigentes como Esther Niubó (PSC), Eduard Pujol, Jordi Turull, Josep Costa y Lluís Font (Junts per Catalunya), o Bernat Soler y Jenn Díaz (ERC).

También representantes de los comunes como Joan Josep Nuet y David Companyon, la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater (Guanyem Badalona en Comú, que integra a CUP y Podem), y dirigentes de la CUP como Carles Riera, María José Lecha o José Téllez.

La marcha ha transcurrido por el centro de Barcelona entre cánticos como «No tenim por» o «Contra la dictadura, l'escola no s'atura» (Contra la dictadura, la escuela no se detiene), así como consignas contra el Gobierno de Mariano Rajoy o el Rey Felipe VI.

Precisamente en la lectura del manifiesto desde el escenario se ha hecho un llamamiento a «evitar el retorno al autoritarismo y decir bien alto que la escuela no tiene miedo» y se ha criticado la «usurpación de competencias educativas de la Generalitat por parte de un partido (el PP) que sólo tiene cuatro diputados» en el Parlament. «No nos da miedo su represión, no nos harán callar».

En el escenario también ha intervenido el exdiputado del Parlament y exlíder de Podem Catalunya Albano Dante Fachin, quien ha dejado claro que «la dignidad de la escuela catalana no la pararán cuatro diputados del PP ni Mariano Rajoy y su banda», y ha defendido la inmersión lingüística afirmado que «el catalán no cierra puertas, te las abre».

Y contundente ha sido el portavoz nacional de USTEC, Ramon Font, quien ha dejado claro que, como profesor de historia, no piensa hacer clases en castellano, y ha defendido que el catalán «garantiza la igualdad de oportunidades a todo el mundo».

En declaraciones a la prensa tras finalizar el acto, el diputado de Junts per Catalunya Lluís Font ha dicho que el modelo de inmersión lingüística garantiza a los alumnos «la libertad de escoger la lengua en la que quieren comunicarse, compartir sus ideas y cómo relacionarse».

En nombre de la plataforma convocante Som Escola, su portavoz Xavier Corbera ha hecho una defensa de «una escuela cohesionadora que no separa por cuestión de lengua y una escuela democrática en la que se puede hablar de todo y dar la oportunidad a los alumnos a crecer y desarrollarse como personas críticas y que puedan decidir libremente en su futuro».

Ernes Maragall, por su parte, ha defendido el sistema de inmersión lingüístico de la escuela catalana: «Es un modelo de referencia europea y tenemos muchos motivos de los que sentirnos orgullosos», ha subrayado.