Será una dirección que se conocerá este jueves y en la que Casado pretende contar con el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría, con quien va a reunirse un día antes, el miércoles, para buscar un acuerdo de integración.
La que fue su rival en el proceso interno de sucesión de Mariano Rajoy no podrá en cualquier caso ser la secretaria general, ya que como ha recordado el propio Casado esta mañana los estatutos obligan a que ese cargo salga de su candidatura para el comité que votó el plenario del congreso extraordinario el pasado sábado.
Sí podrían ocupar tanto Sáenz de Santamaría o miembros de su equipo otros cargos «al máximo nivel», como ha prometido el nuevo líder, que quiere una «integración real» en su nueva dirección con representación de todas las candidaturas que concurrieron en este proceso.
Entre los nombres de mujeres que figuran en la lista que se aprobó el sábado hay dos dirigentes del entorno de María Dolores de Cospedal, quien con su apoyo inequívoco y el de todo su equipo en la segunda fase le ayudó a lograr la victoria.
Se trata de las exministras Isabel García Tejerina y Dolors Montserrat. El hecho de que la primera reunión del comité vaya a celebrarse en Cataluña inclina la balanza de las quinielas sobre Montserrat, que fue la portavoz de la campaña de Cospedal en la primera vuelta de las 'primarias' de los populares.
Suenan también otros nombres como el de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, o la vicepresidenta tercera del Congreso, Rosa Romero, pero en cualquier caso no se espera que Casado adelante ningún cargo, al menos hasta después de su reunión del miércoles con Santamaría.
Ha sido Javier Maroto quien en unas declaraciones en la puerta de la sede del partido ha apuntado a que sería una mujer la próxima 'número dos' del partido, lo que han dado por hecho otras fuentes del entorno del nuevo líder. Y es de esperar también que tanto Maroto como Teodoro García Egea, el diputado murciano que ha dirigido la campaña de Casado, ocuparán un papel relevante en la nueva cúpula del partido.
A la espera de que se concreten todos los nombres y quehaceres de unos y otros, Pablo Casado ha insistido en que quiere que «quepan todos» en este nuevo PP, como también ha recalcado que la ideología que él «abraza» es el «centroderecha liberal» y ha lamentado que sólo esté «bien visto» en España ser de izquierdas.
Y dentro de sus principios ha recordado su apuesta por bajar impuestos, su defensa de la unidad de España y de la familia o su reivindicación de las víctimas del terrorismo, para subrayar que todas esas ideas no son exclusivamente de derechas.
En este su primer día ejerciendo de líder también ha querido Pablo Casado despejar algunas dudas como la de si Juanma Moreno, uno de los más estrechos colaboradores de Sáenz de Santamaría, sigue teniendo su confianza, y ha confirmado que el presidente del PP andaluz será el candidato en las autonómicas de esa región.
Ha señalado además que se ha comprometido a respetar los congresos provinciales y regionales que se celebraron el año pasado, porque considera fundamental no abrir ahora una batalla orgánica en el partido, que tiene que ponerse a trabajar cuanto antes en preparar las convocatorias electorales.
Ha apostado en suma por que el PP no pierda «ni un minuto más» en «mirarse el ombligo» y continúe con su labor de oposición.
Por delante tiene Casado tres días para terminar de perfilar la dirección que quiere y consensuar, en la medida de lo posible, la integración del equipo de su rival en las primarias.
Tanto en su entorno como en el de Sáenz de Santamaría se ha insistido hoy en que será posible, incluso «fácil», porque todos comparten el «mismo proyecto», como ha apuntado esta mañana, también a las puertas de Génova, el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzábal, cercano a la exvicepresidenta.
En esta línea, como apuntaban a Efe desde el entorno de Sáenz de Santamaría, ésta no es una negociación entre patronal y sindicatos, o entre organizaciones distintas, sino entre personas de un mismo partido que lo quieren en ambos casos fuerte y unido.
Advierten en cualquier caso de que las propuestas deben partir del nuevo líder, y es Casado también quien tiene que mostrar generosidad hacia Sáenz de Santamaría, que obtuvo algo más del 40 por ciento de los apoyos.
Y en el entorno de Casado insisten en que no se trata tanto del reparto de cargos sino de que en la nueva dirección no estén solo los «dos tercios ganadores» sino todo el partido, con personas que compartan el mismo proyecto y respeten el planteamiento de «regeneración» que hace el nuevo líder.
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