Vista de Palma iluminada. | Michel's

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España es uno de los países de Europa con más contaminación lumínica, con valores medios de consumo por habitante y año de 116 kilovatios-hora (kwh), frente a los 43 que se consumen en Alemania o los 91 de Francia, algunos de los países «más desarrollados» en la materia.

Lo explica Fernando Jáuregui, astrofísico del Planetario de Pamplona y miembro de la Red Española de Estudios sobre la Contaminación Lumínica.

La ciudad «por excelencia» líder en contaminación lumínica ha sido Valencia, pues, durante muchos años, «sus autoridades incluso sacaban pecho de que se veía desde todos lados, y efectivamente, poco después de salir de Madrid, ya se ve el halo de luz de esta ciudad». El experto determina que «una porción de la contaminación lumínica que existe es irremediable, pues el alumbrado público es necesario», pero insiste en que «hay que evitar el uso absurdo e innecesario de la luz».

Tecnología LED

Las nuevas lámparas LED de colores cálidos y anaranjados se apuntan como la mejor opción. El principal parámetro para determinar si una luminaria es más o menos contaminante es su temperatura y el color, siendo los tonos de azul y blanco los que más contaminación producen.

La tecnología LED ha revolucionado el ámbito de la iluminación, pero, a pesar de que estas luces «nos han permitido ahorrar en cuanto a consumo energético», la luz blanca que las caracteriza es la más contaminante, pues contiene una gran cantidad de ondas azules que se expanden más fácilmente por la atmósfera, determina. «Con estas LED se está introduciendo un tipo de luz que no ha existido nunca en la naturaleza, y por tanto, perjudican no sólo al medio ambiente, sino también a la salud de las personas»: el exceso de iluminación en horas nocturnas afecta al ritmo circadiano del ser humano, «nuestro reloj biológico», lo que produce desajustes en la segregación de la melatonina, la hormona del sueño, que solo se produce en condiciones de oscuridad absoluta, y que puede acarrear problemas de estrés, insomnio, diabetes y obesidad.