La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros del pasado viernes. | ANGEL DIAZ

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Ciudadanos ha pedido la reprobación de la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, «por inactividad en el cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales y legales», lo que, según la formación naranja, ha posibilitado el adoctrinamiento en escuelas de Baleares y catalanas.

Es lo que señala el partido de Albert Rivera en la proposición no de ley registrada este lunes en el Congreso en la que explica que el Ministerio de Educación no cumple con las competencias que le corresponden al Estado en materia educativa en el artículo 150 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo.

Ciudadanos acusa al Gobierno de cometer «otras ilegalidades», que «han roto con la neutralidad ideológica y política» y que han posibilitado «la más grave lesión a los derechos y libertades de los ciudadanos en el ámbito del sistema educativo».

Por ello, insta a todos los miembros del Gobierno a que atiendan, con diligencia, sus responsabilidades constitucionales y legales y a que adopten de manera inmediata las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los derechos y libertades fundamentales de todos los ciudadanos.

Según Ciudadanos, el artículo 150 de la citada Ley Orgánica atribuye al Estado la Alta Inspección Educativa para «garantizar el cumplimento de las facultades que le están atribuidas en materia de enseñanza», así como velar por los derechos lingüísticos de todos los españoles.

La formación naranja critica la inactividad del Gobierno respecto a la celebración de actos de índole política en escuelas catalanas , en las que, asegura, se han exhibido símbolos independentistas», ha habido «adoctrinamiento», se han detectado «irregularidades históricas en los libros de texto» y se ha producido discriminación y acoso ejercido por docentes a hijos de guardias civiles.

También condena Ciudadanos que no se haya actuado ante el informe elaborado por un docente de Baleares que «parece demostrar que un libro de lengua catalana y literatura de 1º de Bachillerato contenía notables elementos de carga ideológica».