Más prácticos, más coloridos y sobre todo más difíciles de falsificar, así son los nuevos billetes. Más de 200 empleados han trabajado durante meses, primero en dos turnos de siete horas y en las últimas semanas en uno único de nueve horas, para imprimir millones y millones de euros que han custodiado con la máxima seguridad en una gran caja fuerte, que llaman «La Sacristía», y después los han trasladado en camiones a los distintos bancos centrales de los países de la Eurozona.
Los nuevos billetes de 100 y 200 euros son los últimos de la serie Europa, pues el de 500 euros se dejó de producir en el año 2016, y convivirán con los antiguos, que seguirán siendo de curso legal. Estos nuevos billetes, que cambian por primera vez su diseño, son más prácticos porque, tal y como subraya la responsable de la Sección de Antifalsificación del Banco Central Europeo (BCE), Paloma Varela, se ha reducido «el tamaño para que tengan el mismo alto que los de 50 euros, de manera que es más fácil utilizarlos, sacarlos y meterlos en los monederos».
No obstante, su longitud no se ha modificado, es superior cuanto mayor es el valor del billete, una manera de ayudar a las personas con discapacidad visual.
Son además más coloridos, porque incluyen una gran gama de tonos intermedios, entre el verde y el amarillo, que los hacen más atractivos al público.
En tercer lugar, incorporan elementos de seguridad nuevos e innovadores: un holograma con satélite y un número verde esmeralda mejorado, con los que el BCE y los bancos centrales «han tratado de poner el listón más alto para los falsificadores».
La autenticidad de los billetes es fácil de comprobar con el método «toque, mire, gire», indica Varela, pues «si se toca el billete por los dos extremos se nota una impresión en relieve».
«Si miramos el billete al trasluz podremos ver que la princesa Europa aparece en dos zonas del billete, en la parte izquierda, en la marca de agua, y en la parte derecha, en la banda metálica, en una ventana que hay», añade.
Por último, los billetes presentan dos novedades que no tienen los anteriores de la misma serie: el número verde esmeralda pasa a ser azul oscuro cuando se gira el billete y hay un holograma con satélite, que muestra pequeños símbolos euro que se mueven alrededor del número que indica el valor del billete y que se aprecian con más claridad bajo una luz directa.
Se han tardado seis años en preparar y poner en circulación la serie Europa al completo, aunque previamente «el BCE y los bancos centrales trabajaron durante varios años para establecer el diseño, las características de seguridad que incluirían y preparar los billetes para la producción masiva».
3 comentarios
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No hay que menospreciar ni juzgar a nadie por su color, porque es racista, yo tambien estoy dispuesta a acoger unos cuantos en casa, hasta que vuelen, como suele pasar. ¿dónde hay que apuntarse?
"Son además más coloridos, porque incluyen una gran gama de tonos intermedios, entre el verde y el amarillo, que los hacen más atractivos al público." Claro, han de ser muy bonitos, porque eso de 100/200 no sirve de nada. Aunque fuesen feos de narices a ver quién los desprecia.
Me ofrezco como piloto probador de estos nuevos billetes!!!! ¿me pueden mandar unos cuantos miles para probar la calidad, durabilidad y sobre todo gastabilidad de esos billetes?? Tienen una pintaza pero antes de ponerlos en circulación hay que probarlos!! ;-))))