De esta forma, tal y como estaba previsto, María Chivite tendrá que esperar 24 horas a que se produzca la segunda votación, en la que es suficiente la mayoría simple. En este caso, está previsto que cinco parlamentarios de EH Bildu se abstengan y dos voten en contra, lo que posibilitará la investidura. María Chivite sumaría 23 votos a favor, 22 en contra y cinco abstenciones.
La candidata socialista ha dedicado este jueves una hora para presentar su programa político tras el acuerdo alcanzado entre PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Por la tarde, las intervenciones de los grupos y las respuestas de María Chivite se han prolongado durante cuatro horas aproximadamente.
Desde la tribuna de invitados han asistido a la sesión el delegado del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti; la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo; la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán; la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán; la secretaria general del Partido Socialista de Euskadi; Idoia Mendia; el diputado del PSN y secretario ejecutivo de Coordinación Territorial del PSOE, Santos Cerdán; los diputados de UPN Sergio Sayas y Carlos García Adanero; el secretario general de UGT de Navarra, Jesús Santos; y el secretario general de CCOO de Navarra, Chechu Rodríguez.
María Chivite ha afirmado durante su intervención que es «plenamente consciente» de que el Ejecutivo que aspira a presidir «será un Gobierno sin mayoría absoluta, y que genera recelos en cierta parte de la sociedad», por lo que ha pedido «confianza».
Chivite ha reconocido en la parte final de su intervención que «es verdad que la confianza hay que ganársela, no es un acto de fe» y por ello ha asegurado que ofrece «diálogo a la Cámara, a los agentes sociales y económicos, a las entidades y organizaciones sociales, a todos los actores que contribuyen desde su actividad a construir Navarra, a dotar de valor a Navarra».
La candidata socialista ha defendido que Navarra «es plural» y «esa pluralidad exige acuerdos entre diferentes para lograr un progreso y una prosperidad que permitan avanzar en la igualdad de oportunidades, en la cohesión social y territorial, en la innovación como eje del desarrollo».
Durante su intervención, María Chivite ha reclamado que los acuerdos sirvan para «avanzar también en una convivencia en la que esa pluralidad, esa diversidad que nos caracteriza, no sea utilizada como arma arrojadiza sino como valor añadido».
La dirigente socialista ha afirmado que «estamos ante un acuerdo entre la izquierda y el nacionalismo que no es nuevo ni en España ni en Navarra porque ya se da en otras instituciones y se ha demostrado eficaz cuando los actores se sitúan en la centralidad política, centralidad que refleja la pluralidad pero que sabe dejar a un lado las diferencias, legítimas en democracia, para anteponer cuestiones de calado progresista que responden a una sensibilidad social mayoritaria».
Chivite se ha mostrado «convencida de que los gurús del desastre tendrán que virar de posición cuando los hechos demuestren que éste será un Gobierno en esa centralidad, y que por tanto sus propuestas no serán ni extrañas, ni sectarias, ni pondrán en riesgo nada ni supondrán ninguna catástrofe». «Serán equilibradas, sensatas, razonables y razonadas, y procuraremos siempre atender al interés general», ha asegurado.
Durante el debate, el presidente de UPN y portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, ha afirmado que la previsible investidura de la líder del PSN con la abstención de EH Bildu «marca un antes y un después» y ha afirmado que Chivite «pasará a la historia como la socialista que dinamitó los acuerdos entre constitucionalistas en Navarra».
Esparza ha afirmado que «a finales de 2017 Chivite criticaba a Barkos por tener a un partido independentista, EH Bildu, como principal sostén de su Gobierno, y ahora EH Bildu se va a convertir en el verdadero sustento de su Gobierno». «Se ha echado en brazos de EH Bildu y ha despreciado al 37 por ciento de los navarros que han votado a Navarra Suma y a muchos votantes socialistas que querían un gobierno constitucionalista», ha asegurado.
Según Esparza, «la ambición de Chivite por ser presidenta a cualquier precio ha acabado con su dignidad política, se ha vendido por un sillón, su gobierno es un engaño a los ciudadanos, este PSN no es de fiar, perdieron en el terreno de juego y han ganado en los despachos del señor Sánchez y del señor Otegi».
El portavoz parlamentario del PSN, Ramón Alzórriz, ha afirmado que los socialistas navarros «han cumplido su palabra hasta al final» al no haber «negociado» la formación de Gobierno «ni con Navarra Suma ni con EH Bildu» y ha reconocido que, habiendo alcanzado un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e I-E que no llega a la mayoría absoluta, «será necesario hablar, dialogar y trabajar en buscar acuerdos para mejorar la vida de las personas en nuestra tierra».
Por su parte, la presidenta del Gobierno foral en funciones y portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha apostado por «construir una segunda etapa hacia una Navarra mejor» y ha mostrado el compromiso de su coalición con las «políticas de progreso y de convivencia». Uxue Barkos ha rechazado la idea de que la fragmentación política sea un problema y ha afirmado que «los momentos más fructíferos y que más avances han supuesto siempre han sido a raíz del diálogo y la negociación entre diferentes». «El acuerdo es el resultado más palpable de la democracia, el beneficio final del único modelo de convivencia que respeta y defiende los derechos humanos», ha añadido la portavoz de Geroa Bai.
La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Bakartxo Ruiz, ha afirmado que sin la formación abertzale «no es posible construir ninguna alternativa a la derecha en Navarra» y ha subrayado que «no se puede ignorar que EH Bildu y lo que EH Bildu representa están presentes en las instituciones y en todos los ámbitos de nuestra sociedad».
Así, Bakartxo Ruiz ha advertido de que «cualquier iniciativa» que se quiera sacar adelante «se tendrá que hablar y negociar, y va a ser necesario llegar a acuerdos, y si no se hace, no saldrá la iniciativa». «Vamos a estar en la oposición, contundente cuando haga falta y constructiva cuando sea posible», ha asegurado.
El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha destacado que el voto afirmativo de su grupo a la investidura de la socialista María Chivite «está cargado de determinación y de exigencia de lo firmado». Buil ha reconocido que su formación «ha pagado en sufrimiento y en votos para conseguir una mayor madurez» si bien ha remarcado que «nadie confunda nuestra humildad con domesticación ni institucionalidad, ni nuestras dificultades por derrotas».
Por último, la portavoz de Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón, ha afirmado que, con el acuerdo programático que ha alcanzado con PSN, Geroa Bai y Podemos y el apoyo a la candidata socialista, su formación cumple su «compromiso de facilitar un Gobierno social» y ha asegurado que «trabajará para desarrollar el acuerdo programático, impulsando políticas progresistas y sociales, empeñados en recuperar el espacio perdido y ampliando la influencia en las calles».
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