En la votación de este viernes, en la que Chivite precisaba de mayoría simple, la candidata ha obtenido 23 votos a favor (11 del PSN, 9 de Geroa Bai, 2 de Podemos y 1 de I-E) y 22 en contra: 20 de ellos de Navarra Suma (coalición formada por UPN, Ciudadanos y PP) y 2 de parlamentarios de EH Bildu. Los otros cinco representantes de Bildu se han abstenido para facilitar la investidura de la candidata socialista.
De esta forma, Chivite se pone al frente de un Gobierno de coalición que estará formado por 13 consejerías, de las que 8 recaerán en el PSN, cuatro en Geroa Bai y una en Podemos, mientras que I-E ha declinado formar parte del Ejecutivo.
Este Gobierno tendrá como vicepresidente primero al socialista Javier Remírez y como vicepresidente segundo a José María Ayerdi, de Geroa Bai.
La investidura de Chivite supone la culminación de dos meses de negociaciones entre las cuatro fuerzas políticas, cuyos votos (23 en total) no eran suficientes para la investidura de la candidata socialista, por lo que todas las miradas se dirigieron hacia EH Bildu, cuya abstención era imprescindible en este proceso.
Aunque el PSN había afirmado que no había pactado nunca ni lo iba a hacer con Bildu, la negociación despertó muchas suspicacias en partidos como PP, Ciudadanos y Vox, e incluso dentro del mismo PSOE, que terminó por dar su conformidad a este proceso y que esta tarde ha felicitado en las redes sociales a Chivite por su investidura.
Tras ser investida presidenta, Chivite, una líder socialista navarra que siempre ha sido afín a las tesis de Pedro Sánchez, ha prometido «trabajo para construir Navarra» y «diálogo sobre todo para convivir».
Por su parte, el parlamentario de Navarra Suma Carlos Pérez-Nievas ha denunciado que las fuerzas que han apoyado a Chivite «están celebrando una traición a la democracia y a los votos de los navarros, que no están representados por el gobierno que se perpetrará la semana que viene». Además, ha asegurado que «no tienen nada que celebrar» porque Navarra no la ha votado como presidenta «en ningún caso».
El portavoz parlamentario de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha trasladado la «satisfacción» de su formación por «haber conseguido sacar adelante un gobierno progresista y plural» que será «bueno para todos y para todas».
El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha felicitado a Chivite y a toda la sociedad navarra progresista por su investidura y ha afirmado que la derecha, «visceral y muy enfadada», va a «dar juego» estos cuatro años, mientras que Marisa de Simón, de I-E, ha considerado que «esta tarde ha ganado en todo caso la democracia».
Por EH Bildu, Adolfo Araiz ha pedido a Chivite que tenga en cuenta que la coalición abertzale a partir de ahora «está en la oposición, que será contundente cuando sea necesario y será constructiva cuando sea necesario».
La presidenta electa del PSN, partido que regresa al poder en Navarra 23 años después, tomará posesión el próximo martes, 6 de agosto, en un acto en el que está prevista la presencia del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y que los 13 consejeros lo hagan al día siguiente.
De esta forma, María Chivite sucede a Uxue Barkos (Geroa Bai) en la presidencia de Navarra, anteriormente en manos de UPN, partido que gobernó de manera ininterrumpida desde 1996 hasta 2015.
Con anterioridad, ocuparon ese cargo Jaime Ignacio del Burgo (UCD), Juan Manuel Arza (UCD), Gabriel Urralburu (PSN), Juan Cruz Alli (UPN), Javier Otano (PSN), Miguel Sanz (UPN) y Yolanda Barcina (UPN).
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