El consejero de Salud, Jesús Aguirre, que ha comparecido este viernes en comisión parlamentaria extraordinaria para informar del brote de listeriosis, ha anunciado que la Junta «se personará directamente» si la Fiscalía de Sevilla, ante la que se ha presentado una denuncia, abre un procedimiento penal.
Aguirre ha defendido en todo momento la gestión del Gobierno andaluz de este brote, con total «rigor» y tomando decisiones «lo más rápido posible», y considera que los resultados les han dado «la razón» porque se adelantaron para decretar la alarma sanitaria y eso permitió que nadie más consumiera carne mechada contaminada.
Ha admitido que el hecho de que haya tres fallecimientos y cuatro abortos en la comunidad «supone un drama», pero ha considerado que la decisión de decretar la alerta sanitaria el 15 de agosto y cómo se comunicó después fue «muy acertada».
El consejero ha confirmado por primera vez en esta comisión que la muerte de un hombre de 72 años enfermo terminal de cáncer de páncreas, que estaba en estudio, también se produjo por listeriosis provocada por carne contaminada de la fábrica Magrudis de Sevilla.
Aguirre ha asegurado que no se conoce ningún caso de contaminación cruzada, ha dicho que tienen la certeza de que no hay ningún producto infectado en el mercado y ha manifestado que todas las personas con un bacterioma positivo se han debido al consumo únicamente de carne mechada.
A pesar de ello, ha advertido de que «esto no ha acabado» y habrá un «goteo» de casos en las próximas semanas.
Ha insistido en la denuncia que hizo ayer el Ejecutivo andaluz de que ni la empresa ni el Ayuntamiento de Sevilla habían informado de que Magrudis también comercializaba chorizo.
En ese sentido, el consejero ha explicado que fue una cadena de supermercados la que mandó un fax a Salud informando de que no se había dado la alerta ante el chorizo y le remitió las actas municipales del 16 de agosto en las que se retiraba ese producto.
La gestión de este caso comenzó cuando la Consejería de Salud localizó un aumento de listeria en Sevilla y Huelva a finales de julio, pero no podía determinar su origen porque el periodo de incubación se estipulaba en 70 días, lo que abría la posibilidad a decenas de productos diferentes.
El primer caso agrupado se produjo en Pilas (Sevilla) el 6 de agosto, pero los afectados habían comido dos tipos diferentes de carne mechada, por lo que no se pudo establecer el foco concreto.
Fue el 12 de agosto, con otro brote en un restaurante de La Rinconada (Sevilla), cuando pudieron delimitarlo, ya que esas personas sólo habían consumido carne de la marca «La Mechá».
Aguirre ha señalado que en la muestra recogida se reflejaba un crecimiento «espectacular» de la listeria: «Jamás se había visto una placa de Petri con tantas colonias de la bacteria».
El 14 de agosto, con un informe provisional pero no definitivo, la Junta pidió al Ayuntamiento de Sevilla que inspeccionara la fábrica de Magrudis y que paralizara cautelarmente la fabricación de la carne mechada, y el 15 de agosto decretó la alerta sanitaria.
«No se puede confundir rigor con precipitación», ha señalado Aguirre, quien ha cuestionado qué habría pasado si desde el brote de Pilas se hubiera decretado la alerta respecto a la otra carne que era sospechosa y que resultó no estar contaminada.
El consejero ha defendido que se «adelantaron» tres días en la alerta sanitaria, ya que el resultado definitivo del laboratorio municipal llegó el 17 de agosto y ha subrayado que utilizaron a los medios para «prevenir y sensibilizar» a la población.
«En 52 horas conseguimos que ningún andaluz consumiera carne infectada», ha presumido el consejero, quien ha garantizado que no hay casos de alguien que la comiera después del 18 de agosto.
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