El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. | Eduardo Parra - Europa Press

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El PP mantendrá su «no» a la investidura de Pedro Sánchez «hasta el final», es decir, incluso si fracasaran las negociaciones que el PSOE ha emprendido con ERC para que pudiera formar Gobierno y una investidura fallida comportara la convocatoria de unas terceras elecciones generales.

Así lo han manifestado este viernes fuentes del partido, las cuales hacen hincapié en que tal y como está actuando el líder socialista parece que no tiene un «plan B» alternativo al Ejecutivo de izquierdas que quiere formar con Unidas Podemos y que precisa de la abstención de los republicanos catalanes en la investidura.

«Sánchez es el problema», reiteran las fuentes del PP, porque es un dirigente político que «cree en la pluracionalidad» y que resulta «incompatible» con cualquier apoyo por parte de esta formación, que por otro lado podría mejorar en escaños si se celebraran unas terceras elecciones ante otra investidura fallida.

Su planteamiento es que Pedro Sánchez está dedicando sus esfuerzos a un plan «suicida» para el que «no tiene red» y que tiene muchas papeletas para que salga mal, porque no hay «nada», alertan, que el PSOE pueda ofrecer a ERC que sirva a Gabriel Rufián para «sacar pecho» en Cataluña y evitar «que le aplasten los suyos».

Las fuentes del Partido Popular advierten además que si en realidad Sánchez estuviera montando toda esta negociación con la idea de que al final fracasara para forzar finalmente al PP a abstenerse y evitar otra repetición electoral se estaría «riendo a carcajadas» de todo el mundo, por lo que no creen que maneje esta opción.

Y para corroborarlo recuerdan que ni siquiera cogió el teléfono al líder del PP, Pablo Casado, en la noche electoral, cuando pretendía felicitarle por su victoria electoral, e insisten en que en ningún momento los socialistas han pedido la abstención a los populares.

Respecto a las conversaciones del PSOE con el PNV, otra fuerza que también podría contribuir a la investidura, desde el PP se muestran convencidos de que los nacionalistas vascos «no van de farol» cuando exigen el traspaso de la Seguridad Social, porque el PNV siempre utiliza la misma estrategia, que es la «pedir todo y más para llevarse la mitad»